Bajo la lluvia cientos de fieles participaron de la 51 edición de la peregrinación a Fátima

En su homilía el obispo de la Diócesis de Posadas, Juan Rubén Martínez pidió que por la intersección de la Virgen los cristianos tengan humildad y puedan servir como María. Condenó la soberbia y pidió oraciones para los necesitados y los enfermos. El próximo fin de semana se realizará la celebración de Pentecostés. Se bendijo a los Medios de Comunicación y los trabajadores en su día. Hoy y mañana habrá distintas misas y celebraciones en la parroquia de Fátima.

Bajo una persistente lluvia miles y miles de peregrinos volvieron a decirle sí a la Virgen de Fátima en la 51 edición de la tradicional muestra de fe. El derrotero que comenzó a las 6 en el atrio de la Catedral, trasladó en andas la imagen de la Virgen de Fátima, arribando al santuario cerca de las 9, dando inicio a la solemne misa concelebrada por el Obispo de la Diócesis de Posadas y su par emérito, Joaquín Piña; además de otros sacerdotes y religiosas.

 

“Bienaventurados los pobres de espíritu porque a ellos les corresponde el reino de los cielos”.

 

En el año de la fe Monseñor Martínez resaltó la figura de María que en sus distintas advocaciones acompañó a la Iglesia desde su nacimiento. Mujer servicial sin igual, que con un corazón humilde supo llevar la tarea que le encomendara El Padre, se convirtió en la persona que “nos acerca a Dios, a un Dios cercano y presente. No como una cosa abstracta sino como quien nos acompaña en la vida”. Asimismo valoró la gran religiosidad del pueblo que cree, que no claudica ni baja los brazos porque tiene esperanza.

 

“María acompañó siempre desde su nacimiento a la Iglesia. Siendo fiel a pesar del dolor de perder a un hijo. Muchas veces ella se habrá preguntado porqué o porqué a mí, pero nunca perdió la fe. Y es lo que nos preguntamos cuando perdemos un ser querido, ella lo sintió. Pedimos hoy por los dolores del corazón, la enfermedad y las carencias humanas porque el cristiano no baja los abrazos y no claudica porque tenemos esperanza”, agregó.

 

Martínez sostuvo que el peor pecado es la soberbia, y bregó por corazones humildes y pequeños. “Cómo vamos a darle la razón a esos que nos piden que eduquemos sin hablar de Dios cuando nuestro pueblo es religioso y tiene fe. Quienes caen en el pecado de la soberbia se creen Dios, pero nadie es Dios, esos caen porque tienen pies de barro. Recemos para tener una fe madura desde la humildad, la pequeñez y recemos por esos que se creen dioses para que se hagan sencillos y sirvan a los demás. Que seamos cristianos que podamos servir como María”.

 

En la jornada mundial por los Medios de Comunicación, se leyó una oración especial de Juan Pablo Segundo.

 

Las próximas misas previstas para hoy se realizarán a las 11; 13, 15 y 17.30 horas. 

 

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