Con la carpintería funcionando a pleno, Guaruhapé-mí recuperó su fuente laboral

La fábrica de muebles y aberturas de Garuhapé-mí, que desde hace ocho meses funciona a pleno, brinda trabajo a diez de 25 integrantes de la Cooperativa de Trabajo Nueva Esperanza Limitada, que gestiona y administra este emprendimiento. La entidad nació el año pasado para contener, arraigar y dar una posibilidad de futuro a unas tres mil familias que dependían, en gran parte, de la actividad de la ex Garumí.

En la actualidad fabrican en serie sillas para el Plan Mamá, como también roperos, cama cuchetas, juegos de mesa y sillas, alacenas y reposeras que venden a particulares. El Instituto de Fomento Agropecuaria e Industrial (IFAI) proyecta ampliar la planta fabril para instalar un aserradero (ya cuentan con parte de las maquinarias) y una sección destinada al terminado de los productos que está en su etapa final. Además, el objetivo es convertirse en un centro de producción con la participación de carpinterías de la zona y otras localidades.
El IFAI, organismo del estado que planifica, asesora y financia gran parte las actividades de esta cooperativa, además gestiona ante las autoridades del Ministerio de Ecología que toda la madera incautada en distintos procedimientos pase a ser parte de la materia prima de la planta.

Muebles a pedido
Los operarios, para cumplir con los pedidos del estado provincial, trabajan ocho horas por día, de 7:00 a 11:00 y de 14:00 a 18:00. En los próximos días terminarían de pintar las últimas sillas para bebé, de las 1.500, destinadas al Plan Mamá.

El presidente de la cooperativa, Cristian Suarez, comentó que “en la última semana nos han realizado un nuevo pedido por el mismo programa de 2.000 sillas más”.


Además de este tipo de tareas, cada uno de los socios tiene pedidos particulares que se realizan en tiempo libre, cuando no hay trabajos pendientes de entrega. “La verdad que es una alegría muy grande que la planta esté funcionando. Hace cuatro años estaba por cerrar definitivamente y gracias a Dios el gobierno nos apoyó, y con el aporte del IFAI estamos trabajando acá”, manifestó el presidente de la entidad.

La mayoría de los trabajadores que hoy desarrollan sus tareas en la planta son hijos y nietos de los ex empleados de Garumí y tres prestaron servicios en la planta cerrada. Todos viven cerca de la fábrica.

En conjunto
Sobre la posibilidad de trabajar con otras carpinterías, Suarez explicó que “haríamos un convenio con otras carpinterías para el caso que hubiera nuevos pedidos del gobierno, por ejemplo para las sillas, nosotros haríamos los armazones y los otros realizarían la pintura o fabricarían las tapas de las sillas, como para terminar más rápida la tarea”. Suarez aseguró que los precios que manejan son más económicos que las carpinterías de los alrededores, y además los entregan pintados.


La madera más utilizada para los muebles en general es el pino. Para los bajo mesada, se emplean maderas duras como cancharana, anchico e incienso. Apuntó  que “en algunos casos los que realizan los pedidos quieren que las sillas sean de madera más dura y se lo hacemos sin problemas”.


El proveedor de madera es de Garuhapé, aunque esta semana el IFAI acercó una carga de madera dura de la zona de El Soberbio.  Según Suarez, ya realizaron pedidos en toneladas de madera para tener en stock. Además, si el gobierno vuelve a hacer un pedido grande de muebles, se incorporarán otros cinco operarios con un contrato y, de seguir en aumento los pedidos, se sumarán más.

 

Recurso humano
Para el presidente del IFAI, Ricardo Maciel, “esto es un proceso”. Recordó que el año pasado, cuando se iniciaron los pasos de conformación de la cooperativa, “lo que más valoré fue el recurso humano, se trataba de un grupo de jóvenes desocupados, que no sabía sobre carpintería. Con entusiasmo comenzaron a capacitarse, a conocer las máquinas y vieron la posibilidad de poder trabajar juntos”.
Destacó el esfuerzo de los trabajadores, quienes se unieron para empezar un proyecto que “en tan poco tiempo está consolidado”. Tras una recorrida que realizó junto a un grupo de diputados Renovadores, expresó: “en este corto tiempo, verlos explicar cómo es el proceso de producción, las variedades madera y el funcionamiento de las máquinas reconforta. Y nos da la base para acelerar el proceso de crecimiento”.


A pedido de los trabajadores –confirmó Maciel- se incorporó una nueva máquina, y está en proceso de adquirir un torno y equipamiento para mejorar la terminación. “Es nuestra intención agregar, en forma paralela un aserradero, una sierra sinfín, para procesar rollos, acerrarlos y pasar a la instancia de carpintería. Ya está el anexo hecho y el depósito”, detalló.
La empresa Garumí había cesado en sus actividades en mayo de 1998 y dejó a unas 200 personas sin empleo. A partir de la intervención del estado provincial se adquirió la propiedad, asistió a los vecinos con barrios de viviendas, centros de salud y con escuelas primarias y secundarias.  Y desde mediados del año pasado la carpintería trabaja toda la semana para cumplir con las entregas

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