La policía local detuvo esta mañana a un conocido malviviente, de ocupación albañil conocido como “Cua cua”, acusado de participar en el violento robo en una joyería de la calle Leandro N. Alem hace 10 días, y en el cual hirieron al dueño y escaparon sin llevarse nada. Por el hecho ya identificaron a los otros dos sospechosos que por el momento permanecen desaparecidos.
La motocicleta abandonada en el lugar por los delincuentes fue clave en la investigación. El pasado 28 de marzo en horas de la mañana la brigada de investigaciones de la UR2, llevó a cabo un allanamiento en una vivienda de la calle Portugal casi Madrid, donde se halló un casco y una campera color negra. A partir de testimonios se logró determinar que la motocicleta esa noche del robo, le habría sido sustraída a su dueño por un conocido malviviente de la zona centro.
Esta mañana por orden del juez se practicaron dos allanamientos del que participaron efectivos de la Brigada de Investigaciones, Seccional 2° con el apoyo del grupo de Operaciones Especiales; uno sobre calle La Rioja donde se secuestró de una campera color negra y se procedió a la detención de Raúl Rodolfo “Cua Cua” R. un sujeto de 26 años y un segundo en el mismo barrio, que arrojó resultados negativos. El detenido fue alojado en la seccional segunda en averiguación del hecho y a disposición del juzgado de instrucción UNO. La policía ahora busca a otros dos sospechosos que ya están identificados pero desaparecidos.
El atraco
Al menos tres delincuentes irrumpieron violentamente en una joyería de la calle Leandro N Alem de Oberá, agredieron al propietario y a su familiar, en medio de forcejeos escaparon sin robar nada. El hecho se registró el pasado 26 de marzo, cerca de las 20 horas, cuando tres delincuentes portando armas de fuego, irrumpieron en forma violenta en una joyería ubicada por calle Leandro N. Alem. Los malvivientes amenazaron al propietario Noli M. de 72 años, quien estaba en el local junto a su esposa y un cliente. Tras manifestarle que se trataba de un robo le asestaron un golpe en la cabeza con un arma de fuego, provocándole un corte. La victima tomó un revolver calibre 32 de su propiedad para defenderse ocasión en que se originó un forcejeo y lograron quitarle el arma. Al mismo tiempo intervino el hijo del joyero quien estaba en la casa, el que tomó a uno de los delincuentes que logró escapar dañando la vidriera del local. Finalmente los tres escaparon por viviendas aledañas dejando abandonada una motocicleta en la que se desplazaban.
