Boom solidario: hubo largas colas para enviar ayuda a los inundados

Los encargados de coordinar las donaciones de ropa y alimentos coinciden en que la respuesta fue abrumadora. Colapsó la Catedral. Durante todo el día, Red Solidaria y grupos scouts recibieron donaciones en Plaza de Mayo. Completaron cuatro camiones, con un total de 29 toneladas.

Ante tantas imágenes de dolor, ayer se colaron otras, un poco más amables, que operaron como un aliciente en medio de tanta tragedia. Mucha gente eligió movilizarse y los centros de acopio fueron hormigueros contra la indiferencia. Con sus muchas o pocas cosas para dar, miles de personas se acercaron a iglesias, clubes y escuelas del barrio. Otros se entregaron por completo y dedicaron su día a embolsar, guardar, clasificar y cargar camiones. Quienes estuvieron detrás de los operativos de ayuda confirmaron que la respuesta de la gente fue abrumadora.

 

“La verdad, es emocionante”. Con su entusiasmo habitual y sus rastas anudadas en la cabeza, Manuel Lozano, al frente de la Fundación Sí, contó montones de escenas vividas en la sede de la organización no gubernamental que está en Carranza 1962, en el barrio de Palermo. “Es impresionante. Desde las siete de la mañana hay filas y filas de autos de gente que viene a traer cosas. Traen de todo, así que ya salieron montones de camiones y combis llenos, que también son de particulares, de personas que se ofrecieron a llevar las cosas con sus propios vehículos”.

 

Manuel contó que esta vez eligieron hacer un trabajo más artesanal y entregar las donaciones directamente a las familias que están en problemas, reparando en sus necesidades puntuales: “Claro, eso lleva más tiempo y trabajo, pero preferimos hacerlo así y un montón de gente se ofreció a ayudar”.

 

Y si bien en esa organización la mayoría de las donaciones y la ayuda provino de gente común, algunas empresas se sumaron y mandaron productos de limpieza e higiene personal, azúcar, zapatillas y frazadas en cantidad.

 

Horacio Cristiani, director de Cáritas Argentina, contó que recibieron donaciones de todo el país, tanto de particulares como de empresas, y que mucha gente incluso se ofreció como voluntaria para acompañar a los que la están pasando mal. “Alentamos a la sociedad a que siga colaborando, con elementos de higiene personal y limpieza, ropa, agua, leche larga vida, alimentos no perecederos, pañales, abrigo, frazadas y ropa de cama”. Cristiani dijo más: “Lo importante es saber que ahora, en este primer momento, la solidaridad se hace presente y se ayuda mucho, pero la emergencia sigue. Cáritas sabe que tiene que seguir acompañando a la gente que vuelve a sus hogares y hay que estar en el día después. Por eso, esperamos que la ayuda sea continua y sostenida en el tiempo, como este pueblo argentino sabe hacerlo y siempre da muestras sobradas de ello”.

 

Lucía Millán, de la Cruz Roja, coincidió: “La solidaridad del argentino es realmente abrumadora y la respuesta ha superado todas las expectativas. La mayoría de las donaciones son de particulares”. La Cruz Roja centró su recolección en artículos de higiene y limpieza.

 

La Catedral también fue un enorme centro de recepción de donaciones. La iniciativa fue de la Red Solidaria, la ONG que preside Juan Carr. En el operativo participaron varios grupos de scouts. El lugar fue un desfile constante de gente con bolsas, muy grandes, y muy chicas. Al final del día sólo allí se habían llenado cuatro camiones con 29 toneladas de donaciones cada uno.

 

La convocatoria espontánea sobrepasó a las grandes instituciones. En casi todas las escuelas ayer se juntaban alimentos, ropa y hasta útiles. Los clubes de barrio hicieron lo propio, y las redes sociales cumplieron su misión de desparramar la información.

 

 

La contundente reacción de la gente común. Un gran alivio.

(Fuente: Clarín)

 

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