NEA: Tecnología para recuperar competitividad en Pymes madereras

Foto: Gentileza Ronald Vera

Foto: Gentileza Ronald Vera

El director de ForestoIndustria, Ronald Vera, analiza la situación actual y los pasos que deberán seguir en la industria maderera hacia el valor agregado a partir de mejoras tecnológicas. Advierte que este proceso es necesario para lograr productividad y recuperar competitividad frente los países vecinos, “pero la automatización de procesos de aserrado y mecanización de la industria generará menos mano de obra en el sector”.

La experiencia con empresas foresto-industriales de Argentina y países vecinos como Brasil, Chile, Uruguay y Venezuela, permite al consultor Ronald Vera -especialista en Industrias Agroforestales-, analizar la situación actual de las Pymes madereras del NEA en relación a las mejoras tecnológicas necesarias para posicionarse en el mercado globalizado de la madera aserrada y recuperar competitividad.

 

“Sin dudas el gran tema a analizar es ¿en qué invierten las empresas que se dedican a aserrar madera y al posterior agregado de valor?. La pregunta requiere de una respuesta amplia, pero cabe  destacar que debieran apuntar a tres aspectos: mejorar los rendimientos volumétricos de la materia prima utilizando la tecnología del scanner y sistemas de posicionamiento rápidos de trozas y herramientas de corte; aumentar la velocidad de corte y bajar las distancias entre piezas (rollos o tablas) al momento del aserrado; y aumentar la productividad de las plantas industriales, hecho este que se relaciona con los dos puntos anteriores y que se traduce básicamente en más metros cúbicos aserrados por operario”, explicó el especialista en la entrevista con ArgentinaForestal.com.

 

Los aserraderos de países vecinos, como Brasil, tienen menos operarios y aún así producen más volumen que las Pymes madereras del NEA. “Esto se debe a la automatización de procesos de aserrado y la mecanización de la operación de estibado de tablas (armado de paquetes) donde en especial este último es el responsable de más del 50% de la mano de obra en la primera transformación”, dijo.

 

“¿Quiere decir esto que la industria va camino a una reducción de mano de obra? Si”, respondió. “Ese es el camino que ya transitaron aserraderos en Europa, EE.UU., Canadá y otros países desde hace más de una década. Y es el camino que hoy transitan empresas sudamericanas y al menos tres empresas en nuestro país. Son industrias donde todo el proceso de aserrío y estibado es asistido por un equipo no mayor a cinco operarios para volúmenes  que rondan los 4.500 m3/mes de tablas y tirantes en un turno”, precisó.

 

El profesional explicó que el impacto no solo alcanza al proceso de corte en sí, además afecta a tareas anexas como ser el afilado donde la maquinaria disponible y las nuevas técnicas de preparación y rectificación de herramientas de corte hacen que la cantidad de operarios se disminuya considerablemente.

En lo referente al proceso que sigue al aserrío como lo es el secado, Vera agregó que “la brecha tecnológica no es tan marcada, pero el problema en la región del NEA está en la cantidad de equipos en operación”.

 

En tanto, la tercera transformación industrial -que abarca lo que conocemos genéricamente como remanufactura- está equipada en la región y en el presente se encuentra con una capacidad ociosa que alcanza al 50%, asegura el consultor. 

“La industria dispone de buenas maquinas y operarios entrenados, aunque sin el volumen de pedidos que estas plantas requieren para trabajar a pleno”, remarcó.

 

En Argentina se cuenta en la actualidad con buenas forestaciones en términos genéticos y de manejo, con equipos de elaboración en campo en una etapa de modernización importante, con una industria del aserrío que requiere de un up-grade urgente, con baja capacidad instalada de secado y con unas plantas de remanufactura operando a media máquina.

En este contexto, Vera concluyó que es “aquí es donde el Aglomerado Productivo Forestal (APF) de Misiones y Corrientes, la Subsecretaria PyME de la Nación, el Ministerio de Industria de la Nación, el sector bancario privado y las organizaciones que articulan a todas estas con los empresarios, los profesionales y fabricantes de maquinas tendremos que profundizar con acciones tendientes a llevar al sector a un nivel más competitivo, o por lo menos que no siga creciendo la brecha con nuestros vecinos – que ya es grande- dado que  finalmente será con quienes tendremos que competir afuera cuando las condiciones adecuadas se presenten”, advirtió.

 

Por Patricia Escobar

 

 

 

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