Iguazú: Concluyó el Primer Taller de Conservación del Mono Carayá Rojo en Argentina

El encuentro intenta desarrollar estrategias de conservación para la especie en peligro de extinción por los efectos de la fiebre amarilla. Según estudios realizados se cree que quedarían entre 200 y 400 individuos en toda la región.

 

Entre el 24 y el 28 de marzo un grupo internacional de expertos en conservación de especies amenazadas y epidemiólogos se reunieron en Andresito y en Puerto Iguazú para desarrollar una estrategia de conservación de esta amenazada especie de primate. Durante el evento, los especialistas identificaron las principales amenazas que enfrenta el mono carayá rojo en Argentina y delinearon una serie de acciones necesarias para asegurar su conservación.

 

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El taller, organizado por el Instituto de Biología Subtropical (IBS) dependiente de la UNaM y del CONICET, la Asociación Civil Centro de Investigaciones del Bosque Atlántico (CeIBA) y el Grupo de Especialistas de Conservación de Especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN SSC-CBSG) contó con la presencia de 12 especialistas.  Biólogos, veterinarios, epidemiólogos y especialistas en análisis de viabilidad de poblaciones estuvieron reunidos para desarrollaron un modelo que describe las complejas relaciones entre los vectores del virus de la fiebre amarilla (mosquitos), sus reservorios naturales (mamíferos), el ser humano y los monos carayá.  Este modelo fue puesto a prueba con simulaciones de computadora que permitieron evaluar el efecto que tienen distintos factores, como los brotes de fiebre amarilla, en la probabilidad de extinción de la especie en Argentina.

 

El último brote epidémico de fiebre amarilla que afectó la provincia de Misiones fue detectado por científicas del IBS y el CeIBA que desarrollaron un estudio de la ecología de los monos carayá en el Parque Provincial El Piñalito de Misiones entre 2005 y 2008.  En enero de 2008 una de estas investigadoras del CONICET, la Dra. Ilaria Agostini, fue a El Piñalito a colectar datos y se encontró con un panorama desolador: los monos carayá que venía estudiando desde hacía tres años estaban muertos y esparcidos en el suelo del bosque. Enseguida se alertó a las autoridades y los análisis de las muestras de Penélope, una de las monas muertas, obtenidas por técnicos del Ministerio de Ecología de Misiones, permitieron concluir que se trataba de fiebre amarilla.  Todos los individuos de los grupos bajo estudio habían muerto y la población de carayá rojo de Misiones fue casi extirpada, pudiendo llegar a extinguirse con el próximo brote de fiebre amarilla.

 

El Doctor  Eduardo Moreno, especialista brasilero que participó del taller, demostró que los brotes de fiebre amarilla en Sudamérica son recurrentes, con períodos de siete a catorce años. Según este especialista los monos carayá constituyen centinelas epidemiológicos, ya que al ser tan sensibles a esta enfermedad, nos alertan con sus muertes cuando hay una epidemia y esto permite a las autoridades sanitarias advertir a la población y reforzar las campañas de control y vacunación contra esta peligrosa enfermedad.

 

Los doctores Phil Miller y Arnaud Desbiez, especialistas de la UICN, aportaron durante el taller su experiencia en el uso de programas de computación para evaluar el riesgo de extinción de especies. Las simulaciones de computadora que realizaron durante el taller permitieron demostrar el efecto devastador que tienen los brotes de fiebre amarilla en los pocos monos carayá rojos que quedan en Argentina.  Los expertos reunidos en este taller identificaron una serie de acciones prioritarias para la conservación de estos monos, que incluyen un sistema de monitoreo permanente de sus poblaciones y un estudio sanitario integral de las mismas.

 

Esta importante reunión tuvo el objetivo de analizar la situación del carayá rojo, Alouatta guariba, la especie de primate más amenazada en nuestro país e identificar acciones para su conservación.  Esta especie, que en Argentina se encuentra solamente en Misiones, es cada vez más rara como resultado de la desaparición de su hábitat natural y de las recurrentes epidemias de fiebre amarilla, enfermedad que resulta fulminante para este mono.  La última epidemia de fiebre amarilla, que ocurrió entre fines de 2007 y comienzos de 2009 hizo desaparecer a la mayor parte de la población de carayá rojo de Misiones y los especialistas concluyeron que es la principal amenaza para la supervivencia de la especie en Argentina.

 

Mario Divitetti  investigador del CONICET y coordinador del Instituto de Biología Subtropical explicó que cuando hay una población muy amenazado los planes pueden durar muchos años” Lo más probable es que durante muchos años tengamos que tener un grupo de gente monitoreando poblaciones de monos y generando acciones para tratar de conservarlos” el científico puntualizó la problemática en la fiebre amarilla como el factor más importante que ataca a la especie, entre otros.” Más allá que los monos están perdiendo su hábitat por conversión de tierra, que en algunos lugares se los puede llegar a cazar, la mayor amenaza que muestran estos programas es que la fiebre amarilla es el factor más importante”

 

Divitetti agregó que los monos que se venían monitoreando hasta el año 2008 murieron todos con el último brote de la epidemia “Esperamos poder hacer un monitoreo permanente y participativo donde todos los actores interesados”,  concluyó.

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