Anoche se presentó el libro “La estafa de Río Tinto Alcan”, con la presencia de su autor Ricardo Canese, quien fue asesor técnico del Estado paraguayo y es actual parlamentario del Mercosur. La presentación fue en el aula Magna de la Facultad de Humanidades. El autor explicó que “La estafa de Río Tinto Alcan» responde a la esencia, porque una estafa es cuando se pretende engañar y se pretende simular, y lo es porque en el Paraguay no hay ninguna condición para que se instale esta empresa”, explicó.
Radio Libertad: Ricardo Canese ex asesor del gobierno paraguayo
La organización del evento estuvo a cargo de la Asamblea Socio Ambiental de Misiones, el Movimiento de Estudiantes Unidos, la Agrupación Estudiantil Exactas, y el Movimiento Patriótico Revolucionario Quebracho Misiones. Además de la estafa en relación a la instalación de la planta, Canese explicó la relación de los intereses económicos de las multinacionales.
Canese explicó que se dan cinco situaciones para que una planta de este tipo se pueda instalar: materia prima, materiales, tecnología, mercado, energía eléctrica y vías de comunicación. En Paraguay no hay materia prima, Paraguay es un país mediterráneo, no hay materiales ni tecnología y no se tiene mercados. El único aspecto con el que se cuenta en Paraguay es la posibilidad de brindar energía eléctrica, pero para que sea viable la empresa esta energía debe estar altamente subsidiada por el estado.
Río Tinto Alcan es una multinacional de capitales canadienses y australianos dedicada al procesamiento de aluminio que pretende instalarse sobre el Río Paraná en Paraguay.
Está acusada de ser la sexta mayor empresa contaminante del mundo. Además enfrenta cargos por no respetar leyes ambientales, laborales y por haber cometido crímenes de guerra, genocidio y crímenes de lesa humanidad en diferentes países donde está instalada.
Lo que afirma el autor es que la empresa “viene detrás del robo de la energía eléctrica”. Explicó que la empresa demandaría seis veces la energía utilizada por las industrias instaladas actualmente en el Paraguay, pero solamente daría trabajo a 1250 personas. Siendo que el resto de las industrias instaladas en el país vecino dan trabajo a 322000 trabajadores, por lo que Río Tinto Alcan generará 1400 veces menos empleo que la industria paraguaya actual utilizando todos los excedentes energéticos del país. “Es un desperdicio enorme de recursos, para generar una mínima cantidad de empleo, además para una planta que va a ser estructuralmente y de por vida deficitaria, porque en Paraguay no hay materia prima, traer materia prima del Amazonas o de Australia no tiene sentido”.
Si bien el autor reconoció que Paraguay tiene excedentes energéticos de las represas de Itaipú y Yacyreta, las proyecciones del país marcan que en base al crecimiento poblacional estos excedentes llegaran al año 2028, sin la instalación de esta planta. Al reconocer que Río Tinto Alcan demandará la misma potencia energética que todo el conjunto de la población guaraní actual, esos excedentes dejan tener sentido. Se producirá una “esclavización del país para ofrecer energía subsidiada a esta empresa”; Canese además consideró que al superarse las proyecciones de energía que puede generarse en el Paraguay, el país se vería condicionado a importar energía, porque no cuenta con otras fuentes de energía como ser gas o petróleo, lo cual generaría déficit energético que terminaría afectado a todo el país.
En cuanto al impacto ambiental que genera este tipo de industrias, el auto indicó “es una estafa que además contamina y perjudica, yo creo que el más afectado va a ser el pueblo paraguayo, pero toda la región también se verá afectado”. Entre los problemas que se prevé esta la lluvia acida, la presentación de los contaminantes derivados del proceso industrial como el cloruro de aluminio y el fluoruro de aluminio.
Explicó que las plantas de aluminio son altamente contaminantes y si bien en los países del primer mundo es posible controlar las emisiones de contaminantes, Paraguay no esta en condiciones de exigir ni de controlar a estos niveles. Dio como ejemplo que las pequeñas industrias radicadas en el centro de Paraguay han generado tantos contaminantes que el lago Ypacaraí “esta muerto”.
El autor también relaciono a la instalación de esta planta al golpe de estado que destituyo a Lugo. Canese afirmó que “están consiguiendo las voluntades (políticas) para instalarse, hay una cuestión que yo lo dije públicamente, el golpe de estado se vio en gran medida enrarecida por esto, esta gente tiene mucho dinero para abrir caminos”. Afirmó que una semana después de que el gobierno de Fernando Lugo le ha dicho “no al proyecto, una semana después hubo un golpe de estado”.
Consideró que “los sectores golpistas, oligárquicos apuntan a una dependencia de las trasnacionales desde el fin de la Guerra de la Triple Alianza, de ahí desembarcaron las trasnacionales tomando a nuestra oligarquía como sus capataces del país. Las trasnacionales comenzaron a apropiarse de la tierra y de los recursos del país, esa es la historia de nuestro país”.
Para Canese “las cúpulas de los partidos tradicionales: Colorados y Liberales, se han disputado a ver quien era el mejor capataz de las trasnacionales o del imperialismo de turno”. Explicó que el Gobierno de Lugo “no se sujeto al imperio ni a estas trasnacionales, sino que busco implementar políticas sociales y de participación híncales y esto fue molesto para estos sectores, que dependen de las trasnacionales y del imperio y además está a su servicio”.
Además esta dependencia de estas cúpulas políticas atenta contra el proceso de integración de los pueblos de Latinoamérica. Canese indicó que la mayoría del pueblo paraguayo esta en contra de la instalación de esta planta, así como están en contra del último golpe de Estado.
