Reflexión dominical del pastor Guillermo Decena

Tenemos cientos de ejemplos de venganza a lo largo de la historia de la humanidad, la segunda guerra mundial, las torres gemelas y otros tantos hechos pueden ser interpretados como actos de venganza. Pero la Biblia nos ofrece un camino más excelente, libre de odios y violencias, el camino del amor. Hoy vamos a ver qué nos dice la Palabra de Dios de la venganza.

La venganza: San Mateo 5:38-48.

En medio oriente se está permanentemente en guerra por usar el ojo por ojo y diente por diente, esta era una ley puesta por Moisés para limitar la venganza desproporcionada que tomaban los hombres. Porque era conocido que si alguien le pegaba a otro y le sacaba un diente, al otro día ese alguien se quedaba sin todos sus dientes y sin nariz también, siempre era algo mucho peor. Entonces surgió el “ojo por ojo” para que el castigo sea igual, y no tanto peor como solían hacerlo.

Las vendettas o peleas de sangre, son una secuencia de actos o acciones premeditadas, motivadas por la venganza y llevadas a cabo a lo largo de un tiempo por familias o grupos reclamando justicia que terminan haciéndola por mano propia. La segunda guerra mundial, las torres gemelas y otros, pueden ser interpretados como actos de venganza. Pero la Biblia nos ofrece un camino más excelente, libre de odios y violencias, el camino del amor.

 

1) La Biblia dice que no debemos vengarnos porque tomaríamos el papel de Dios.

Romanos 12:19  No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.

En Deuteronomio 32:35 también lo leemos, en Lucas 18:1 nos habla Jesús de que Dios no se tardará en hacer “Ekdíkesis”, palabra griega que significa: venganza, vindicación, justicia, castigo.

Y la Biblia en varias oportunidades nos enseña que la venganza es de Dios, porque nosotros no estamos capacitados para ejercer la venganza, no estamos creados para eso, es muy importante entenderlo. En el 2001 abusaron y mataron en Venezuela de un niño, y la gente tratando de hacer justicia tomaron a un hombre y lo ajusticiaron lo molieron a palos y luego le prendieron fuego, pero ese no era el hombre culpable, entonces no hubo justicia sino otro asesinato, otro acto de extrema violencia. Por eso dice Romanos 13 que Dios usa a las autoridades para hacer justicia y si la justicia actúa mal, Dios hace justicia de todas maneras, pero no nos corresponde a nosotros hacer justicia.

El Dios de las venganzas, Dios es justo. El Salmo 94 dice: 1.“Señor, Dios de las venganzas, Dios de las venganzas, muéstrate ¿Cómo puede el salmista dirigirse a Dios llamándole: Dios de las venganzas? ¿Es acaso Dios vengativo? 2. Engrandécete, oh Juez de la tierra; da el pago a los soberbios.

Pero aquí se nos muestra el verdadero sentido, el Señor es el Dios de la retribución, el que paga a cada cual según sus obras, es Juez justo. Lo que el autor quiere decir es: ¡Levántate, Señor y muestra a los impíos quién eres dando a cada uno el pago que merecen sus maldades! Pero no solamente dando el pago de sus injusticias a quien lo merece, sino revindicando y haciendo justicia a quienes fueron oprimidos por la prepotencia de los fuertes.

Jesús lo dijo en Lucas 18:7-8 ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a Él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?” Esta fe hace que la gente espere realmente en el Señor.

 

2)  No vengarnos porque las consecuencias de las venganzas nunca terminan…

Un ejemplo práctico son las venganzas de Sansón. En el libro de los Jueces esta la historia del 12º juez de Israel, quien estuvo al frente del pueblo por 20 años, un hombre muy peculiar que desde antes de su concepción Dios ya tenía propósito para él y dio instrucciones muy claras. Era un hombre llamado pero que su tarea fue egoísta y solo actuaba por impulso vengativo, entonces terminó en muerte y ceguera. Dios nos dá una buena lección, toda la tarea hay que hacerla por Dios y por el prójimo, de esa manera nunca nos equivocaremos.

Jueces 15:1- 7: Aconteció después de algún tiempo, que en los días de la siega del trigo Sansón visitó a su mujer con un cabrito, diciendo: Entraré a mi mujer en el aposento. Mas el padre de ella no lo dejó entrar. 2- Y dijo el padre de ella: Me persuadí de que la aborrecías y la di a tu compañero. Mas su hermana menor, ¿no es más hermosa que ella? Tómala, pues, en su lugar. 3- Entonces le dijo Sansón: Sin culpa seré esta vez respecto de los filisteos, si mal les hiciere. 4- Y fue Sansón y cazó trescientas zorras, y tomó teas, y juntó cola con cola, y puso una tea entre cada dos colas. 5- Después, encendiendo las teas, soltó las zorras en los sembrados de los filisteos, y quemó las mieses amontonadas y en pie, viñas y olivares. 6- Y dijeron los filisteos: ¿Quién hizo esto? Y les contestaron: Sansón, el yerno del timnateo, porque le quitó su mujer y la dio a su compañero. Y vinieron los filisteos y la quemaron a ella y a su padre. 7- Entonces Sansón les dijo: Ya que así habéis hecho, juro que me vengaré de vosotros, y después desistiré.

 

3) Porque debemos mover montañas…

Moviendo las montañas, Marcos 11: 22 al 25.

11:22 Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios. 23- Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho. 24- Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá. 25- Y cuando estéis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone a vosotros vuestras ofensas. 

Si VOS querés que el poder de Dios se demuestre en tu vida, si querés ver que las montañas que enfrentas se trasladen al fondo del mar, hay dos cosas esenciales.

La primera de ellas es orar confiadamente. Jesús y sus discípulos estaban sobre el Monte de los Olivos, al lado de Jerusalén. De ese lugar, si el día está despejado, se puede ver el mar Muerto. Para que entiendan su mensaje, Jesús les pone una comparación. Con suficiente fe, un discípulo de Jesús podría decirle a esa montaña que se tirara al mar, y Dios lo haría. PERO MUCHO DEPENDE DE NOSOTROS. Nuestra parte es perdonar, es lo que nos pide el Señor. Si guardas rencor en tu corazón, tu oración perderá por completo su poder. Jesús te dice que, si VOS no perdonas a la persona que tiene algo contra vos, tu Padre celestial tampoco te perdonará.

¿Qué significa perdonar? Para empezar, el perdón significa dejar la venganza en manos de Dios, Él es justo. Significa que, cualquiera que haya sido el daño que te hicieron, vos entregas en manos de Dios la venganza, porque Él dice «La venganza es mía, yo pagaré» (Romanos 12:19).

Aunque no se arrepienta el ofensor, debes dejar la venganza en manos de Dios; pero cuando hay arrepentimiento, la relación tiene que ser restaurada. Si no hay arrepentimiento, cuídate de no guardar rencor, y ora para que la persona pueda arrepentirse. Así podrás estar seguro de que tus oraciones elevadas con fe serán oídas y contestadas por tu amoroso Padre celestial.

Por medio de la oración viene la solución. ¿Cuál es tu montaña? ¿Cuál es esa situación que Dios te está llamando a poner en oración, con fe? Pero una cosa final, Jesús habla de saludar y amar aun a las personas que te ofendieron, San Mateo 5:40- 48, es decir que vengarse no es solo represalias violentas, vengarse si lees todo el párrafo dice que no amarle o no saludarle, no prestarle ayuda y demás también es una forma de venganza. Guarda tu corazón de toda venganza, y las montañas de tu vida se moverán!

 

Pastor Guillermo Decena, Centro Familiar Cristiano Eldorado.

Predicas en vivo los miércoles y domingos 20 horas, a través de www.centrofamiliarcristanoweb.org

 

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