Ludopatía en adultos mayores y adolescentes, cuando los vacíos se llenan con el juego

La falta de estímulos y el tiempo libre en exceso pueden ser la puerta de entrada para el juego patológico. Advierten sobre el peligro de la oferta en exceso y la indiferencia de las familias. El IPLyC organizó una nueva jornada con especialistas que disertaron sobre el tema.

El juego patológico no distingue clases sociales ni edades y hoy la mirada de los especialistas advierte que esta tendencia también causa estragos en los jóvenes y los adultos mayores. Situaciones de vulnerabilidad que se convierten en una oportunidad, donde los vacíos se llenan con “apuestas” y la indiferencia familiar resulta un condimento corrosivo a la hora de combatir estas patologías. Susana Calero, reconocida psiquiatra, psicóloga y médica legista argentina visitó la provincia en una jornada organizada por el Instituto Provincial de Loterías y Casinos (IPLyC) y brindó pautas a tener en cuenta como los desafíos de la sociedad actual.

Calero quien es fundadora del Centro de Asistencia, Capacitación e Investigación en Socioadicciones (CACIS), de Argentina elogió la apuesta del gobierno provincial que, a través de sus instituciones despliega políticas tendientes a brindar asistencia y contener a quienes son víctimas de las denominadas adicciones sociales.

Si bien reconoció que en Misiones todavía resta conformar un equipo pleno de asistencia a los adictos, valoró la incorporación de la autoexclusión de los ludópatas en las salas de juego considerada como “una medida de ayuda que se le da al jugador para algo que el no quiere hacer, que es seguir jugando”.

“En este momento el nuevo equipo de profesionales ha estado desarrollando un programa y una capacitación sobre la tarea de  prevención de las distintas adicciones, no solamente drogas. Al mando de este programa esta Anahí Repetto con el fin de empezar  trabajar también con otro tipo de enfoques de prevención dentro de las familias y más que de prevención, de cambios de conducta dentro de la familias”, explicó.

 

Tomar las riendas

Calero fue clara a la hora de explicar cómo ciertas conductas proliferan por estos días, donde la falta de comunicación se hace palpable de manera cotidiana donde en muchos casos se cree que el límite lo esta poniendo el niño y o la persona joven dentro de las casas. “Aunque parezca de la época vieja en que los padres manejaban conductas o determinaban conductas dentro de los hogares; pero si hoy no volvemos a ciertas pautas anteriores, las familias nos dicen ya no puedo, se nos va de las manos. Lo que queremos es volver a darles a las familias la posibilidad de controlar esa situación; no para reprimir, sino para contener y unirse”, explicó.

Para la especialista el modelo de familia determina conductas y si existen padres que consumen alcohol y familiares que fuman, indefectiblemente el chico tomará esos modelos. A ello debe sumarse las distintas situaciones de vulnerabilidad que desembarca en la adicción.

“Tanto el estado de angustia, de soledad, de falta de acompañamiento, de la falta del otro, hace que yo al otro lo convierta en el de alcohol; o lo convierta en un cigarrillo de tabaco o en alguna sustancia ingerida por algún medio. También puedo estar cubriendo un espacio de soledad en una sala de juego. Pero la sala de juego puede ser la maquinita o puede ser la mesa de paño, o puede ser estar jugando en mi casa o en alguna casa donde nos reunamos”, sostuvo.

 

La moda de jugar en casa

Calero manifestó que últimamente se han encontrado con la tendencia de los juegos de poker en las casas de familia. Relató de casos de chicos que salen del colegio y es común que se reúnan y que jueguen a las cartas “y como alguien tiene un pequeño dinero para la compra de un alfajor o de una bebida, ese dinero se apuesta y a lo mejor estamos jugando al truco. Entonces evidentemente que eso esta entrando desde muy baja edad”.

Otra de las tendencias que hoy llama la atención de los especialistas es la predominancia del juego patológico en los adultos mayores que hallan en las apuestas una manera de llevar su tiempo libre. “Los adultos mayores están solos, los hijos están muy ocupados y los nietos ya están grandes, ya no recurren a la casa de los abuelos. Y esos abuelos solos encuentran hasta en los centros de jubilados el armado de un bingo para entretenerlos y después del bingo los llevan a un paseo que puede ser conocer un casino”, advirtió.

Sobre las personas que reciben planes sociales y el estigma que pesa sobre ellos y que reza que “gastan todo su dinero en el casino”, la psicóloga reflexionó sobre la necesidad de comprender que vivimos en una sociedad de consumo donde tener o contar con “esto o aquello” es sinónimo de “pertenecer”.

 

Todo en su medida

Respecto al acceso de los juegos en red por parte de los niños, jóvenes y adultos, sostuvo que están terminando en la ciudad de Buenos Aires una investigación sobre como se inician los adolescentes en etapa del secundario en el uso de los juegos a través de Internet y en que juegos.

Para Calero, lo primero que hay que hacer es lo que se hacia con la televisión, moderando las horas que un chico va a estar frente a ella o utilizando la computadora. “Yo creo que desde todos los ámbitos este control lo tenemos que tener. Recuperar el núcleo familiar y la puesta de límites. Límites en el cuanto, en el adonde y donde estoy metiéndome y cuanto tiempo. Nada es malo, el problema es la intensidad y la frecuencia, esto mismo pasa con un juego en un casino. Ese es el desafío”, remarcó. 

 

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