Suicidios: El ministro de Salud de la Nación pidió «responsabilidad» en el tratamiento de la información del tema

El titular de la cartera sanitaria nacional hizo este llamado a los medios periodísticos, y señaló que existen investigaciones que determinaron que una cobertura repetitiva y continua tiende a promover conductas imitativas. Especialistas piden no difundir imágenes directas y cuidar a los familiares.

Con motivo de la difusión de un caso de suicidio ocurrido en la provincia de Misiones, el ministro de Salud de la Nación, Juan Luis Manzur, hizo hoy un “llamado a la responsabilidad” a los medios periodísticos “para lograr una adecuada comunicación del tema”, al solicitar que “se evite mencionar el nombre y otros datos personales, así como describir el método utilizado por esta o cualquier otra persona involucrada en una situación de estas características”, ya que “existen investigaciones en materia de salud mental que determinan que una cobertura mediática repetitiva y continua tiende a promover conductas imitativas”.

 

“Si bien con frecuencia este tema es de interés periodístico y los medios de comunicación tienen derecho a informar al respecto, es importante tener en cuenta que la reproducción del hecho genera un impacto sensible con tendencia a la imitación”, manifestó el funcionario.

 

Manzur señaló que así como los medios de comunicación juegan un papel significativo en la sociedad actual, al suministrar una amplia gama de información en variedad de formas, y ejercen una fuerte influencia sobre las actitudes, creencias y comportamientos de la comunidad, también pueden desempeñar un rol activo en la prevención del suicidio.

 

El ministro remarcó que en los medios no se informa de la mayoría de los suicidios y que los casos que con mayor probabilidad atraen la atención periodística son aquellos que se apartan de los patrones usuales. De hecho, es impactante que los casos presentados en los medios sean casi invariablemente atípicos y fuera de lo común y representarlos como típicos, perpetúa aún más la información errónea sobre el suicidio.

 

En ese sentido, Juan Carlos Stagnaro, profesor titular y director del Departamento de Salud Mental de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, aseguró que “está absolutamente probado a nivel internacional y en nuestro propio país que la difusión de imágenes detalladas de tentativas de suicidios o suicidios consumados generan identificación en otras personas con riesgos suicidas y desencadenan procesos similares con riesgo de la vida de ellos”.

 

“Es imprescindible no difundir imágenes directas, tampoco dar nombres ni precisar edades. Basta con decir: ‘Una persona adulta de sexo femenino’ o ‘adolescente masculino’, porque esto incide mucho sobre los más cercanos a la persona que se suicidó que no están enterados o, aunque lo estén, pueden ver la escena. Esto es extremadamente traumático para la familia y el entorno de la persona que se quitó la vida”, indicó el especialista, miembro por Argentina de la Red Internacional de Prevención del Suicidio.

 

Stagnaro consideró “necesario que los medios de comunicación colaboren en la tarea de prevención no difundiendo detalles respecto de cómo se producen estos hechos y menos aún imágenes”, para luego manifestar: “No estoy haciendo un planteo de restricción a la libertad de prensa, sino que pido a los medios que nos ayuden a prevenir estas situaciones”.

 

Desde la Dirección de Salud Mental y Adicciones de la cartera sanitaria nacional se promueven e implementan políticas que tienen como eje central al hombre como sujeto de derecho. El suicidio es un hecho muy doloroso, que tiene un aspecto privado y otro social. El aspecto privado alude al derecho a la intimidad y el respeto a la situación que vive el grupo familiar y de referencia. “Por eso, invitamos a todos los medios de comunicación y a la población en general a reflexionar sobre el tratamiento que le damos a la información que se construye alrededor de problemáticas tan complejas centradas en la muerte de una persona”, agregó Manzur.

 

Diversos estudios realizados en el mundo -que fueron recopilados por el Departamento de Salud Mental y Toxicomanías de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 2000- demostraron que, en la prensa escrita, las historias altamente publicitadas parecen tener el mayor impacto en la población vulnerable. También la cobertura televisiva influye en el comportamiento suicida y, con respecto a la divulgación en internet, si bien existen sitios en la red que ayudan a las personas con ideas suicidas y otros que intentan prevenirlos, hasta ahora ningún estudio sistemático ha analizado su impacto sobre el tema.

 

Hay que tener en cuenta que tanto en Argentina como en el resto del mundo el suicidio se constituye como una de las principales problemáticas epidemiológicas de salud mental, por lo que requiere la atención de todos los actores de una sociedad, ya que su prevención y control no son sencillos.

 

Si bien es posible la prevención, las respuestas son complejas e involucran actividades que van desde la provisión de las mejores condiciones posibles para la educación de jóvenes y niños, el tratamiento eficaz de trastornos mentales, y el control medioambiental de los factores de riesgo. Dentro de ese marco, la difusión apropiada de información y una campaña de sensibilización son elementos esenciales para el éxito de los programas de prevención.

 

 

 

Recomendaciones

 

A partir de un documento elaborado como parte de SUPRE (Suicide Prevention – Prevención del Suicidio), una iniciativa global de la OMS, se detallan algunos puntos a tener en cuenta a la hora de comunicar esta temática.

 

Es importante no reproducir las fotografías de la víctima, no informar sobre el método empleado y sus detalles, y la escena del suicidio, para evitar comportamientos imitativos, ya que investigaciones han demostrado que la cobertura por parte de los medios de comunicación tiene mayor impacto sobre el método de suicidio adoptado, que la misma frecuencia con que estos  ocurren.

 

Los titulares en primera página nunca son la ubicación ideal para informar sobre un suicidio y la información acerca del suicidio como algo inexplicable o simplista tampoco es apropiada porque nunca es el resultado de un solo factor o hecho.

 

El suicidio no deberá describirse como un método para enfrentar problemas personales tales como bancarrota, enfermedad, incapacidad de aprobar un examen o abuso sexual y los informes deberán tener en cuenta el impacto sobre las familias y otros sobrevivientes en términos del estigma y el sufrimiento psicológico.

 

Es contraproducente glorificar a las víctimas de suicidio como mártires y objetos de adulación pública porque puede sugerir, a las personas vulnerables, que la sociedad honra el comportamiento suicida. Lo correcto es poner el énfasis en lamentar la muerte de la persona o describir las consecuencias físicas de los intentos de suicidio para que actúen como elemento de disuasión.

 

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