«La venta de madera aserrada de Alto Paraná al mercado interno perjudica a Pymes»

El empresario Daniel Durán indicó que la compañía chilena volcó su producción al mercado interno, lo que “planchó” los precios y perjudicó a los forestadores locales. Explicó que los efectos se trasladan a los prestadores de servicios. Consideró que la empresa tiene una política muy dura de precios y pidió que “afloje” para beneficiar al resto del sector. “Los pequeños y medianos aserraderos de la provincia no puden competir”, aseveró.

Para el contratista forestal Daniel Durán, propietario de la firma Selva SRL y vocal de la Asociación de Madereros, Aserraderos y Afines del Alto Paraná (Amayadap), la empresa Alto Paraná debería revisar el impacto socio-económico que genera en su entorno.  “Su influencia es gravitante en toda la actividad”, dijo.

Explicó que desde que se redujeron sus exportaciones por cambios en las condiciones de mercado, la empresa chilena incrementó las ventas de madera aserrada a la plaza nacional, lo que produjo una caída en los precios de ese producto, por efecto de la ley de oferta y demanda. Esa reducción de los valores de la madera en el mercado interno, perjudicó de forma directa a muchos productores misioneros y los efectos se terminaron extendiendo a toda la cadena, indicó Durán.

La misma empresa ya había sido cuestionada desde la Amayadap por valerse de su posición dominante para mantener bajos los precios de madera de raleos, chips y astillas, materias primas que la compañía compra a proveedores locales y las utiliza en sus plantas de pasta celulosa y tableros.

 

En busca del sello

La empresa del grupo Arauco se encuentra en medio de un proceso de certificación según los estándares del Consejo de Manejo Forestal (FSC por sus siglas en inglés). La obtención de dicha certificación le permitirá vender su producción en mejores condiciones en varios mercados internacionales que exigen ese sello a sus proveedores.

En el marco de ese proceso, se realiza por estos días una serie de audiencias que representan una oportunidad para  que algunos de los afectados (en forma positiva o negativa) por la compañía planteen sus aportes.

En ese marco, Durán confió en que la certificación FSC por parte de Alto Paraná beneficiaría al sector ya que obligará a que el comportamiento de la empresa con la comunidad sea más cuidadoso.

Consideró que además incidiría positivamente en las condiciones de mercado. “Entiendo que podrán exportar más y por otro lado, no necesitarán traer madera certificada FSC de Corrientes –como sucede actualmente- porque la podrán conseguir de sus propias plantaciones. Por lo tanto, bajarían sus costos de adquisición de materia prima y quizás entonces podrían mejorar los precios que pagan a los productores de la provincia por el chip, astilla y raleo y distribuir así esa mejoría en su ecuación económica a la comunidad”, dijo el empresario. “Por lo menos esas son mis expectativas”, agregó.

 

Rollos en rojo

En la entrevista con ArgentinaForestal.com sostuvo que el escenario actual de la actividad es preocupante. “Estamos en alerta amarilla en el mercado de chip y raleo, por otra parte, enfrentamos una menor rentabilidad y aumento sostenido de los costos”, señaló.

Consideró que la situación es aún más preocupante en el sector de cosecha de las plantaciones más adultas. “En esto sí, la mayor industria forestal de Misiones, Alto Paraná SA, que vende madera aserrada marca una tendencia grave. ¿Por qué? Porque hace varios años atrás disminuyó la venta de madera aserrada hacia el mercado externo e incrementó sus ventas al mercado interno, con precios muy bajos, lo que hace que los Pymes aserraderos no puedan competir y se obligan a pagar precios bajos a los diferentes productores y a los empresarios de cosecha», explicó.

De esta manera, Durán ratificó que la gran empresa “tiene una política muy dura de precios, entonces creo que tiene que aflojar un poco para el resto del sector pueda trabajar mejor”.

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas