Foto: tn: A juicio. Jaime, Schiavi, Cirigliano y Luna. Caras visibles de los 28 imputados.
Pasó un año de la tragedia y la causa, para dar Justicia a las 51 personas que murieron el 22 de febrero de 2012, cuando un tren de la línea Sarmiento chocó contra un andén de la estación Once, fue elevada a juicio oral y público. Son 28 los imputados e inconmensurable el dolor de los familiares de las víctimas.
A fines de enero, el juez federal Claudio Bonadio cerró la investigación y abrió el proceso que desembocó en el juicio oral y público, que por sorteo el 19 de febrero, a tres días del primer aniversario de la tragedia, quedó a cargo del Tribunal Oral Federal N°1 de la Capital Federal.
LA SITUACIÓN DE LOS IMPUTADOS
Los exsecretarios de Transporte de la Nación Ricardo Jaime y Juan Pablo Schiavi, el exsubsecretario de Transporte Ferroviario Antonio Luna y los exjefes de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) Pedro Ochoa y Eduardo Sícaro están procesados por los delitos de estrago culposo y administración fraudulenta, que tienen una pena máxima de 11 años de prisión.
Por los mismos delitos, también están acusados Claudio Cirigliano, exjefe de Trenes de Buenos Aires (TBA), su hermano Mario y unos veinte exdirectivos de la empresa. En caso de ser condenados a la pena máxima, el cumplimiento de prisión es efectivo. El maquinista del tren, Marcos Antonio Córdoba, también fue imputado ya que el tribunal consideró que fue negligente o imprudente.
La querella más dura fue la de la familia de Lucas Menghini Rey, el joven que fue encontrado sin vida dos días después dentro del tren, que pidió juzgar a los acusados por asociación ilícita.
Los jueces de la Sala II de la Cámara Federal, Horacio Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Farah, le habían pedido a Bonadio que elevara rápidamente la causa a juicio oral.
Confirmaron los procesamientos de los acusados, quitaron la figura de «asociación ilícita» para los empresarios y agravaron la calificación para los exfuncionarios por «permitir la continuidad del servicio sin adoptar medida alguna tendiente a modificar la vergonzosa realidad».
De los empresarios de TBA dijeron que tuvieron una actitud «desaprensiva» y que priorizaron como «único objetivo el rédito económico». Bonadio había sobreseído al maquinista Córdoba, pero la Cámara lo procesó por estrago culposo porque «aceleró, dirigió el tren a la deriva a una velocidad elevada y con el mecanismo de seguridad ‘hombre muerto’ desactivado», señalaron los jueces.
La causa avanza mientras una sombra de duda sembró la muerte del maquinista Leandro Andrada, testigo clave. El 8 de febrero fue encontrado con cuatro disparos en la espalda en el partido bonaerense de Ituzaingó. Le robaron el celular, pero no el dinero que llevaba encima. El día de la tragedia, Andrada le entregó el tren a Marcos Córdoba en la estación Castelar.
Al día siguiente del asesinato del maquinista, el exfuncionario Ricardo Jaime, que en su descargo se opuso al juicio oral y consideró «arbitraria» su vinculación con el caso porque ya no era secretario de Transporte, se mostró relajado con su novia en el boliche Zebra, de Carlos Paz, por donde desfila la farándula que hace temporada en la villa.
La peregrinación de los familiares de las 51 personas muerta y de los 789 heridos que dejó la tragedia es muy distinta. Como la que vivió Edwin Ojeda, que buscó desesperado a su mujer Tatiana Lezano, de 33 años, embarazada de seis meses de Huma y mamá de tres nenas de 6, 3 y 2 años. Ese día, Tatiana iba a trabajar como cada mañana al consulado de Bolivia. Cuando se enteró del accidente, Edwin salíó a recorrer todos los hospitales. «El Churruca, el Durán, el Piñero, el Álvarez, y nada». Ahora recorre los tribunales buscando Justicia, para las 51 víctimas «legales» de la causa, para las 52 vidas que tiró por el camino la tragedia.
LOS IMPUTADOS QUE VAN A JUICIO ORAL
Sergio Claudio CIRIGLIANO, Marcelo Alberto CALDERÓN, Carlo Michele FERRARI, Carlos Alberto LLUCH, Sergio Daniel TEMPONE, Jorge ÁLVAREZ, Guillermo Alberto D’ABENIGNO, Jorge Alberto DE LOS REYES, Alejandro Rubén LOPARDO, Carlos Esteban PONT VERGÉS, Daniel Fernando RUBIO, Víctor Eduardo ASTRELLA, Oscar Alberto GARIBOGLIO, Francisco Adalberto PAFUMI, Pedro Roque RAINIERI, Roque Ángel CIRIGLIANO, José DOCE PORTAS, Juan Pablo SCHIAVI, Ricardo Raúl JAIME, Antonio Guillermo LUNA, Pedro OCHOA ROMERO, Laura Aída BALLESTERO, Antonio Marcelo Ricardo SUÁREZ, Miguel WERBA, Daniel Guido LODOLA, Luís Alberto NINONÁ, Antonio Eduardo SÍCARO y Marcos Antonio CÓRDOBA.
CÓMO FUE EL ACCIDENTE SEGÚN LA JUSTICIA
El servicio N° 3772, que corría por la vía descendente de la estación Moreno a la de Once, chapa N° 16, conformada por los coches 2149, 2618, 1040, 2108, 1787, 1808, 2125 y 2160, circulaba sin un compresor y con otro en estado inoperante, con mayor tiempo de recuperación de la presión del sistema de frenos respecto a las especificaciones del fabricante.
Los coches presentaban en su mayoría mantenimiento diferido. La formación conducida por Marcos Antonio Córdoba, salió de la estación Caballito a las 8:23:20 horas con destino a la estación Once a la que llegó a las 8:28:23 horas, en ese trayecto el «motorman» aceleró el tren hasta llegar a una velocidad de 72km/h a los 2.500 metros antes del parachoque de Once.
Luego procedió a frenar la carrera del tren hasta los 23km/h a los 1.750 metros del final del andén, a continuación aceleró hasta los 51km/h y a partir de los 1.400 metros comenzó una desaceleración gradual hasta llegar a los 27km/h a trescientos metros del paragolpe, velocidad que siguió teniendo hasta pocos metros antes del impacto que, según el Global Positioning System (GPS), descendió a 20km/h.
A esa velocidad se estrelló contra el parachoque de la estación que no poseía su sistema hidráulico en funcionamiento.
(Fuente: Tn.com.ar)
