Un camionero brasileño fue detenido en el peaje de Santa Ana, minutos después de poner en riesgo la vida de un comisario de Policía y su familia. El efectivo denunció que milagrosamente su vehículo no quedó debajo del acoplado del camión, que venía en el mismo sentido y bruscamente cambió de carril a excesiva velocidad. El rodado menor y sus asustados ocupantes terminaron en una banquina. La semana pasada fue aprehendido el chofer de un colectivo de media distancia, en Aristóbulo del Valle.
El comisario Omar Vargas viajaba junto a los suyos, entre ellos su hijo de 8 años, a bordo de un automóvil Chevrolet Corsa por la ruta 12. En la jurisdicción de Santa Ana, alcanzó a un camión Scania con acoplado y con dominio brasileño.
El Corsa transitaba por el carril rápido y el Scania lo hacía por el lento, detrás de otro rodado de gran porte. Imprevistamente, el camión cambió de carril cuando el vehículo menor iba a la altura de su eje central.
Para evitar ser aplastado por el acoplado, Vargas volanteó arriesgadamente y terminó en la banquina contraria. El policía llamó a la división de Seguridad Vial que detuvo en el peaje de Santa Ana al camionero brasileño identificado como Leonardo Pereira, que iba hacia Foz de Iguazú.
Otro imprudente al volante
El jueves de la semana pasada, el conductor de un colectivo de la empresa Sol del Norte, en un paraje situado entre Campo Grande y Campo Viera, fue detenido al ser detectado realizando maniobras peligrosas al volante de una unidad que iba a más de 130 kilómetros por hora. Provocó el despiste de un automóvil con el que casi chocó frontalmente, sobre la ruta 14. Efectivos de seguridad vial detuvieron al conductor imprudente y fue reemplazado por otro chofer que guió el micro a su destino normal.Roberto Oscar Calderón (60) era un piloto deportivo más que el chofer de una unidad de la empresa Sol del Norte que circulaba por la ruta 14, con 49 pasajeros a bordo, entre menores y adultos. A la altura del kilómetro 907, el micro alcanzó a un camión Mercedes Benz que transportaba raídos de yerba, y al que intentó pasar en plena curva, trasponiendo la doble línea que prohíbe pasar a otro vehículo.En esa primera maniobra, el colectivo se puso en el carril contrario y enfrente venía un auto WV 1.500, que para evitar un choque frontal, su conductor dio un volantazo y fue a parar a la banquina.Afortunadamente no hubo víctimas que lamentar y los ocupantes del rodado color rojo resultaron ilesos, aunque sí demostraron el susto minutos después de haber zafado de lo que pudo haber sido una colisión sin otra salida que la muerte.La imprudencia fue registrada por los uniformados que iban en un móvil grúa de la división Seguridad Vial y Turismo de la Policía, que automáticamente comenzó a seguir al ómnibus Sol del Norte.El colectivero no aflojó con el acelerador y siempre en doble línea, intentó una vez más pasar al camión que iba a por lo menos 90 kilómetros por hora. Cuando Calderón fue por su tercer intento de superar al vehículo yerbatero, fue interceptado por el móvil vial que le ordenó que se detenga.
Chofer detenido
Los uniformados identificaron al chofer de 60 años y este adujo desde un primer momento que “no iba tan rápido”. Calderón fue puesto a disposición del Juzgado de Paz de Campo Grande que ordenó que el descontrolado conductor permanezca detenido 48 horas.
