El remisero fue torturado antes de morir desangrado

Los investigadores en el yerbal de colonia Mado, donde encontraron el cuerpo.

Los investigadores en el yerbal de colonia Mado, donde encontraron el cuerpo.

El mismo día que desapareció en Puerto Esperanza, Miguel Rojas (23) fue atacado con ensañamiento. Lo dejaron con vida y agonizó por lo menos tres días.

El ensañamiento con el que atacaron al remisero Miguel Ángel Rojas (23) ratifica potencialmente la hipótesis del ajuste de cuentas. Fuentes del caso revelaron que al joven lo torturaron,  y lo dejaron morir en el yerbal de colonia Mado, lugar en el que fue hallado el cuerpo después de seis días de búsqueda. Habría agonizado por lo menos tres días. 

 

 

Torturado

Se cree que el trabajador del volante fue en principio agredido a golpes y luego sometido a una tortura sistemática por parte de hombres, que podrían ser sicarios paraguayos o brasileños.Rojas fue dejado brutalmente agredido y desangrando en el yerbal de colonia Mado. Como el cuerpo del joven estaba en avanzado estado de descomposición, posiblemente dejó de existir al menos tres días antes de ser hallado.

El secuestro

Miguel Ángel Rojas fue visto por última vez, el pasado lunes 24 de diciembre a las 15.30 en Puerto Esperanza, su ciudad natal.  Investigadores analizan la hipótesis que sostiene que horas después de  secuestrado, sus captores lo llevaron a la zona del lago Uruguaí, en Wanda. Hay un indicio que avala esa sospecha, se trata de la toalla de mano encontrada en el lugar y que fue reconocida por el padre de la víctima.Según los testigos que vieron a Miguel ese 24 por la tarde, sobre el Peugeot 405 transportaba a dos pasajeros, dos hombres mayores de edad, cuyos perfiles incluyendo rasgos físicos, aún son inciertos.¿Podrían ser estos dos, los captores y asesinos del remisero? es el interrogante clave que pasa por la cabeza de los investigadores, quienes tienen la versión de los familiares de que el joven no tenía enemigos y que no estaba metido en maniobras ilícitas. “No se descarta nada” había manifestado el jefe de la Unidad Regional de Puerto Iguazú, Mario Fraga, antes del hallazgo del cadáver. Por ello sigue en pie la hipótesis de que la víctima había presenciado actividades mafiosas y decidieron callarlo acabando con su vida.Aún así, sigue el misterio en torno a la muerte del remisero, que tras estar seis días desaparecido, el sábado lo encontraron muerto.

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