Se sometió a una liposucción y murió, pero la justicia dice que no fue mala praxis

Ocurrió en Mendoza, donde una mujer de 39 años falleció en el quirófano de una clínica; un informe forense descartó la responsabilidad médica; ahora, el fiscal investiga el caso.

No están claros los motivos, pero la justicia ya se expidió y determinó en un informe que una mujer que se había sometido a una liposucción en Mendoza, a principios de diciembre, no murió a causa de una mala praxis.

Así lo detalla el estudio preliminar del Cuerpo Médico Forense dado a conocer ayer en torno al deceso de la víctima, identificada como Mónica Pescettti de Gil, de 39 años, quien falleció el viernes 7 de diciembre en la clínica Arizu, de Godoy Cruz, de esa provincia, tras someterse a una cirugía estética.

De todas formas, según aclaró, el fiscal de Godoy Cruz, Juan Carlos Alessandra, seguirá con la investigación para poder concluir cuáles fueron las causas que provocaron la muerte de esta mujer, madre de tres hijos de 8, 15 y 18 años. Hasta se piensa en derivar el caso a Buenos Aires para poder aclarar la situación.

De acuerdo con la historia clínica de la mujer, a la que tuvo acceso Diario Uno, se desprende que se le hicieron los exámenes prequirúrgicos diez días antes de la intervención y que también estaban los protocolos de anestesia y quirúrgico necesarios.

Por otro lado, los forenses establecieron que a Pescetti le practicaron resucitación durante tres horas, cuando lo habitual es que se extienda durante 45 minutos.

Lo que ahora deberá establecerse es si la mujer antes de la intervención quirúrgica pudo haber ingerido algún medicamento para adelgazar y que este a su vez haya influido sobre el normal funcionamiento cardíaco.

Las denuncias sobre la muerte de Pescetti de Gil fueron radicadas por su esposo, Gustavo Fernando Gil, y la hermana de Mónica, Andrea Lourdes Pescetti.

 

(lanacion.com)

 

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