Tres amigas comparten el secreto de la receta que desde hace 15 años las lleva a juntarse para las fiestas y elaborar los exquisitos panificados que se degustan en las mesas navideñas.
Alicia Marín, Patricia Canosa y Claudia Shubert son tres amigas que trabajan juntas pero además, desde hace 15 años, se dedican en los últimos meses del año a la elaboración de pan dulce y budín artesanal. Con una gran campaña que tiene como fiel aliado a una extensa clientela, la receta de la abuela de una de ella existe y aún hoy es celosamente guardada entre las pasteleras. “Hicimos un juramento” dijo sonriente Claudia, quien destacó la posibilidad de lograr productos de primera línea con un sabor único que hace que cada año sean más requeridos.
De la Abuela, es la marca de los panificados que hace honor al origen de la historia.
“Esto se dio hace 15 años, somos 3 amigas y todo comenzó con la receta tradicional de una abuela de una de nosotras que utiliza elementos para que el producto sea artesanal y sin conservantes. Nuestra mejor publicidad es el boca a boca y tenemos clientes que nos siguen desde los inicios”, contó Claudia.
Asimismo sostuvo que si bien se trabaja con pedidos, el volumen de ventas es importante por lo que meses antes de fin de año diagraman una logística que les permite contar con todos los insumos a la hora de elaborar las exquisiteces.
“Nosotros además de nuestro trabajo hacíamos tartas dulces y ese año nos pidieron pan dulce y para no caer en la receta habitual busqué el cuadernito de recetas de mi mamá que falleció hace muchos años y decidimos probarla. El producto nos encantó porque es totalmente distinto al pan dulce tradicional y así fuimos creciendo”, dijo Alicia.
La genial receta de la abuela “Popó”, Marta Lépori, se convirtió en la clave del éxito del emprendimiento que el año pasado logró más de 500 piezas.
Pese a que luego de varios años el equipo de trabajo logró fusionar la amistad con el trabajo y la cocina, la tarea por estos días es agotadora.
“Tenemos a toda la familia que nos ayuda, unos a cortar las frutas otros a cocinar porque por estos días estamos respondiendo a la demanda de los regalos empresariales y la semana propia de la Navidad la venta es más personalizada. Como son productos frescos y sin conservantes no se pueden almacenar y eso requiere elaboración y distribución permanente”, contó Claudia.
Si bien no revelaron la receta y será por un secreto familiar bien guardado, al menos por ahora, lo cierto es que el exquisito pan dulce tiene pasas de uva, frutas glaseadas, almendras y nueces, a ello se suma una textura similar a la que tiene la torta galesa y una presentación que también es especialmente elaborada también por sus propias manos.
“Este año por cumplir 15 años estamos con las cajas doradas pero por lo general el envoltorio es en cajas de madera patinadas que luego pueden ser reutilizadas como cajas de té”, explicó Alicia.
Así, el pan dulce de un kilo se vende a 100 pesos, la versión especial que lleva solamente nueces y almendras, 130 pesos, los budines 60 pesos, los budines especiales a 80 pesos; y otras alternativas que son una caja de madera patinada con un pan dulce de un kilo a 150 pesos y si a ello se le suma un champagne Barón B el precio se eleva a 300 pesos.
Los interesados pueden consultar llamando a los teléfonos 154214193, 154672962 o 154224499.
