El ginecólogo obstetra, Luis Majulf nació en Bolivia y por esas cosas de la vida reside actualmente en la localidad de San Vicente, Misiones, desde hace 23 años. Ya trajo al mundo unos 6 mil niños. Como becado se especializó en ginecología y obstetricia en Bulgaria. “Me otorgaron una beca para ir a Bulgaria a estudiar, primero terminé el bachillerato y después por siete años medicina”. Lejos de su tierra natal no sólo pudo cumplir con sus objetivo de ser médico sino que también encontró el amor de Diana Milenkova, una búlgara que sería su compañera de viaje durante toda su vida. También médica pediatra.
Desde Salud Pública le brindaron un homenaje por el Día del Médico que se recordó el pasado 3 de diciembre.
“Me casé con Diana y tuvimos tres hijos, dos nacieron en Bulgaria y el más chico en Bolivia. Mi esposa se recibió de médica antes que yo y se dedicó a la pediatría”, comentó el ginecólogo Majulf.
Luego de finalizar la carrera de medicina Luis tuvo que buscar un lugar donde ejercer como médico ya que Bulgaria no le permitía quedarse dentro del país. Lejos de sus afectos más profundos y de su país natal Diana decide volver con Luis a Bolivia. Allí entre el año 1976 y 1987 se desempeñaron en su profesión junto a su esposa en , la ciudad que lo vio nacer.
“Esos años fueron muy duro y complicados porque nosotros veníamos de un país socialista y en Bolivia había una dictadura militar, que no dejaba margen para desarrollar plenamente nuestra profesión. Nuestra familia nos ayudó a sobrevivir”, pero cuando ya se estaban instalando allí, recibieron una oferta de trabajo para ir al Hospital de Mar del Plata (Argentina). “A mi esposa le costo al principio el idioma pero como era una mujer tenaz y virtuosa eso no fue un impedimento para dedicarle su vida a los pacientes”.
Decepcionados con la oferta laboral del Hospital de Mar del Plata, que no cumplió con la expectativa laboral que ellos tenían, y después de recorrer varios puntos del país buscando una mejor oportunidad de trabajo hacen contacto con la Casa de Misiones. Y en 1.990 desembarcan con sus tres hijos en San Vicente, Misiones.
“Hace 23 años que trabajo en San Vicente, tanto en el hospital como en la clínica privada. A mi todo el mundo me conoce, una vez estábamos necesitando unas cortinas para la clínica y no sabíamos como conseguirla , nuestra única opción era ir a comprar a Paraguay, y aparece una señora brasilera que vendía cortinas, entonces me acompaña hasta mi casa para ver el modelo de las cortinas y en el camino me pregunta: ¿senhor você é politico?. Y le pregunto por qué y me dice: no por que no hicimos ni 100 metros y todo el mundo lo saluda”, contó el médico.
“Doctor, así me llaman, todos me saludan así, sin mencionar mi nombre”, contó Luis. Él tiene 72 años y con su esposa Diana han trabajado incesantemente por cada una de las personas de San Vicente. “Mi esposa falleció hace un año, pero era una mujer muy tenaz cuando se ponía algo en la cabeza no paraba hasta conseguirlo, trabajaba todo el día no importaba si era domingo o feriado ella siempre estaba cuando alguien la necesitaba. Por eso en el Día del Médico rescato la trayectoria de mi esposa. Cuando ella falleció los pobladores del lugar propusieron que el nombre del Hospital de San Vicente sea el de Diana Milenkova”, relató.
Atendió unos 6.000 partos
El doctor, Luis Majulf entre sus largos años de trayectoria tiene en su haber 6.000 partos de los cuales 4.500 nacieron en San Vicente, entre tantos partos tiene más de mil anécdotas, las que no alcanzaría una vida para contarlos. “Me han pasado tantas cosas y he aprendido mucho trabajando en el interior de la provincia, acá no es como en Posadas, acá siempre faltan los recursos. Recuerdo una vez en la clínica donde trabajaba no había grupo electrógeno, y me cayeron dos parturientas al mismo tiempo, una era una maestra primeriza y la otra era una nativa(aborigen) y yo andaba de un lado para otro con una vela en la mano y un enfermero me ayudaba. Mientras atendía a la maestra viene el enfermero y me dice: doctor, doctor la nativa no quiere tener el bebe ni en la cama, ni en la camilla, y ahí me di cuenta que los aborígenes tenían sus hijos solo en el piso. Encima las dos parturientas estaban a punto de tener sus hijos no sabia a quien atender primero, entonces le dije ponele una sabana en el suelo, que se acueste en el piso para que nazca el bebe, y la maestra con el pasar de los años resulto ser la esposa del actual intendente de San Vicente. Otro de sus gratos recuerdos fue traer al mundo al primer bebe del año 1.990 en Misiones.
Sigue cuidando a sus pacientes
Hoy, el doctor Luis Majulf pasa sus días trabajando en el Hospital y en la clínica privada de San Vicente, cuidando de la salud de sus pacientes. De joven fue un buen deportista al nivel de competir en olimpiadas y como buen vegetariano no toma bebidas alcohólicas, come verduras y hortalizas. En su relato denota el amor incondicional por su esposa, su compañera fiel tanto en la vida como en el arte de curar, por lo cual más allá de las distancias terrenales o espirituales que los separan el recuerdo de Diana sigue tan latente en Luis como su último día juntos.
