El Conicet investiga en Misiones, al tatú mulita en cautiverio

Se trata de los animales que cría en cautiverio desde hace seis años el herpetólogo y taxidermista Amado Martínez. Ayer por la mañana les tomaron muestras de sangre.

Vistosos y poco comunes de ver por la zona, los tatúes que desde hace seis años cría en su casa de Posadas el herpetólogo (ciencia que estudia los reptiles y anfibios) y taxidermista (especialista en disecar animales) Amado Martínez, son objeto de estudios de técnicos del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Buenos Aires (Conicet). En la jornada de ayer especialistas de la institución tomaron muestras de sangre de los animales para conocer acerca de su presente y futuro, ya que en la actualidad son considerados como especie en peligro de extinción. 

Con gran esfuerzo y a pulmón, Amado Martínez tiene desde hace seis años un criadero de tatú mulita en su casa ubicada sobre Pasaje Brasil al 2358. Ayer especialistas del Conicet estuvieron tomando muestras de sangre a los animales para ver en qué condiciones están. Son 20 los ejemplares con los que cuenta Martínez y la decisión de comenzar con esta travesía que implica la dedicación full time para la cría en cautiverio, se tomó al conocer que se trata de una especie muy vulnerable y considerada en peligro de extinción.

“Es una especie muy delicada, que se trabaja a prueba y error”, contó Martínez. Explicó que lo que se busca es una técnica de reproducción que permita la creación de otros centros de cría.

El herpetólogo que tiene en su haber años como responsable del serpentario del Instituto Montoya, sostuvo que se trabaja lentamente en el sostenimiento de la especie, preservando su inserción en el medio ambiente. “En estos días se acercaron investigadores de Buenos Aires que tomaron datos para alentar la cría de estos animales”, agregó.

En ese marco sostuvo que es muy difícil el proceso de cría, porque, al menos en esta especie no se tiene precedentes. “Se aborda lentamente el proceso de adaptación a la cría en cautiverio, investigando cuál es la mejor dieta alimentaria, las características de sociabilidad de los animales, así como el proceso de procreación. Pero eso no es todo ya que además de los tatúes, Martínez cría monos Tití, y tiene en su poder un ejemplar de boa pitón albina.

Finalmente el criador explicó que el proyecto que desarrolla en la capital provincial está avalado por el Cedit y fue declarado en el Ministerio de Ecología. “El objetivo es obtener un modelo de cría de los tatúes para poder replicar los emprendimientos”, subrayó.

 

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