Coyuntura y el largo plazo

Escribe Juan Carlos Argüello, jefe de Redacción de Misiones On Line 

El año que viene se cumplirán diez de vigencia de un modelo político y económico. Y apenas 30 de continuidad democrática en el país. Son tiempos distintos, pero que sirven para pensar en lo que viene. Ese fue el objetivo de un encuentro realizado en Posadas que dejó varios ejes para analizar sobre el futuro de Misiones y del país. Se denominó “Encuentro Federal Argentina 2020: Diálogo Social para la Inclusión, el Empleo y la Competitividad” y fue encabezado por el gobernador Maurice Closs, el ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada y el mandatario de Chaco, Jorge Capitanich.

 

 

Algunos datos fueron repasados por los expositores y bien vale desmenuzarlos. En los últimos diez años, después del colapso de la Convertibilidad y el estallido económico, se creó la mayor masa de mano de obra de la historia de la Argentina, con 5,5 puestos de trabajo y una cobertura social que es la más elevada de los países de la región.

 

 

Hoy el desempleo dejó de ser un problema grave en la Argentina, destacó Closs, quien advirtió que hay que comenzar a focalizar políticas para sostener las economías regionales y lograr una mayor inclusión social. Como ejemplo puso al sector forestal, que no pasa por un buen momento, y pidió a la Nación que se adopten medidas puntuales para distintas actividades. Asimismo, planteó recuperar un viejo esquema de regionalización de las contribuciones laborales, porque no pueden aportar lo mismo trabajadores industriales o de la soja, que un cortador de yerba o algodón en Misiones o Chaco. De este modo, consideró, se lograría blanquear a un mayor número de trabajadores y aunque sean menores los aportes, no habría una caída en la recaudación.

 

 

Sin embargo, Misiones y otras provincias del norte del país, que mantienen un muy bajo desempleo, tienen problemas estructurales de pobreza, principalmente por la informalidad laboral y la subocupación, producto de años de políticas erradas y resabios culturales.

 

 

Ambas cuestiones, impactan directamente en los ingresos y en la calidad de vida, destacó Closs y suponen un gran desafío a resolver. Economistas de distintas corrientes advierten que la calidad del empleo es fundamental para sostener el crecimiento económico, porque un trabajador formal tiene mayores posibilidad de consumir, lo que retroalimenta el sistema en un círculo virtuoso.

 

 

El economista Hernán Ruffo, de la fundación Mediterránea,  advierte que las políticas para reducir la pobreza deberían contemplar la vulnerabilidad que generan los cambios laborales y la informalidad. “La volatilidad de los ingresos de las familias es muy fuerte, por lo que el promedio de la población bajo la línea de pobreza arroja información insuficiente para el diseño de instrumentos público”, indica y agrega que “eso se traduce en transiciones sustanciales desde y hacia la pobreza y los hogares que persisten en la pobreza suelen incluir parejas jóvenes, con menores a cargo, con estudios truncos e inserción precaria en el mercado laboral”.

 

 

El problema puede ser serio en Misiones en el corto plazo con una gran masa de jóvenes que se incorporará al mercado laboral. Por eso, es clave la educación, una de las políticas centrales de este Gobierno, que ha creado decenas de escuelas en distintos puntos de la provincia y apuesta a la capacitación permanente de los jóvenes.

 

 

De hecho, en la ley de Presupuesto que se acaba de sancionar, la Educación es nuevamente el sector que más recursos obtiene, seguido por las áreas sociales, como Salud o Desarrollo Social. Es una apuesta de largo aliento que se sostiene en los últimos años y que en los próximos dará sus frutos. Las áreas sociales concentran 6.868.627.800 pesos, 1.680.708.300 pesos más que este año. El Gasto Social está conformado por tres áreas: Salud, con una participación del 13,07 por ciento del total previsto; Desarrollo Social con 13,95 por ciento, y Cultura y Educación con un 27,83 por ciento.

 

 

Eso se complementa con una fuerte inversión en obra pública con una participación del 30,45 por ciento del total de erogaciones para el ejercicio 2013, con un monto de inversión proyectada de 3.814.172.200 pesos.

 

 

Misiones nuevamente se convirtió en la primera provincia en contar con su ley de Presupuesto aprobada en un marco de armonía entre lo que planteó el Poder Ejecutivo y lo que sancionó el Legislativo. “Hay un máximo respaldo a quien gobierna”, dijo el presidente de la Cámara, Carlos Rovira, quien en su primera etapa como gobernador tuvo que gestionar con una Legislatura decididamente en contra de cada una de las iniciativas oficiales, incluso, votando un presupuesto paralelo.

 

 

“La lealtad al pueblo que nos votó, que nos generó un enorme vínculo de confianza, es devolver con acciones”, destacó el gobernador Maurice Closs, en el día de la Lealtad y durante un acto de entrega de viviendas en Posadas. En la semana se escuchó mucho la palabra lealtad y depende de quien la diga, se es más o menos leal que otro.

 

 

Se puede entender la lealtad como un acto político cada 17 de octubre o como un ideario de vínculo con la sociedad, sea cual fuere su color partidario. Por eso, el ranking de más o menos “lealtad”, no se vincula directamente con el grado de adhesión ni la representatividad que tienen en la sociedad.  Esas disputas políticas, que en otros tiempos le hicieron mucho mal a la Provincia, contrastan con los criterios compartidos dentro de la Renovación, que generaron un escenario de previsibilidad para el desarrollo económico y lograron revertir los peores indicadores de Misiones, que, pese a todo, siguen en algunos casos entre los peores, como el caso de la pobreza. Pero deben atenderse con políticas de largo plazo. Políticas de Estado, que exceden a un Gobierno.

 

 

En cambio, con problemas coyunturales que afectan al desarrollo, se deben tomar medidas puntuales, como las que pidió el gobernador para atender al sector forestal.

 

 

Uno de los problemas coyunturales que se deben atender en el país es la inflación. Para muchos, demasiado elevada, para el Gobierno nacional todavía contenible, lo cierto es que es un problema para los ciudadanos que viven de un salario y que pierden poder adquisitivo ante el aumento de precios.

 

 

El secretario de Comercio, Guillermo Moreno asegura que la inflación es la que mide el Gobierno y que los indicadores más elevados obedecen a una especulación de quienes quieren ganar con bonos y precios más elevados. Probablemente tenga algo de razón, pero de todos modos, quienes lo padecen son los consumidores, por lo que igual sigue siendo un problema a atender y no resuelto.

 

 

Los economistas clásicos piden una devaluación del peso y un ajuste económico-financiero. Es la salida más fácil y por todos conocida, sobre todo por sus resultados. Recesión, desocupación y peores condiciones sociales para quienes están más bajo en la cadena laboral.

 

 

El Gobierno apuesta a la heterodoxia y mantiene alto el nivel de actividad y consumo, con lo que sostiene la demanda y del mismo modo el empleo. Sirve para sostener la actividad y en crecimiento a la economía, pero no resuelve de fondo el problema de precios.

 

 

Economistas de la fundación Fénix coinciden con esa visión y en su último documento de discusión, dedicado a la inflación, advierten que “una reducción indebida, excesiva, imprudente o puramente fiscalista del gasto público tendría efectos adversos sobre el nivel general de actividad económica, como los que están experimentando hoy los países europeos, afectados por la grave crisis en la que se encuentran inmersos”.

 

 

“El empleo no debe ser la variable de ajuste antiinflacionario. Por el contrario, debe tenderse a una situación de plena ocupación con empleos de calidad y salarios dignos”, sostienen los economistas alientan un decidido apoyo del Estado a generar las condiciones de inversión para aumentar la oferta de bienes, lo que acarrearía una baja de los precios.

 

 

Llamativamente, la heterodoxia del Gobierno, tan vapuleada en los medios, no parece representar un gran obstáculo para los hombres de negocios. En el coloquio empresarial de IDEA, realizado en Mar del Plata, una encuesta de D’Alessio Irol, entre entre 264 ejecutivos socios de la entidad, revela que se espera con buena cara el año que viene. El aumento de ventas que prevé el 44 por ciento de las empresas irá acompañado por un mayor porcentaje destinado a la inversión, que rondará el 12 por ciento, la segunda cifra más importante de los últimos cinco años.

 

 

Pero un dato más llamativo que no fue publicitado casi por ningún medio, es que el 54 por ciento consideró que no le afectaron las restricciones a las importaciones en la compra de insumos para su empresa y el 62, que tampoco le impactó en la compra de productos terminados. Todo eso, en medio de una crisis internacional severa, que enfrenta a ciudadanos con gobiernos que insisten con recetas de ajuste que no hacen más que agravar sus efectos. En cambio, los mismos empresarios bajaron ahora la percepción de un impacto de esa crisis en la Argentina: en julio el 70 por ciento consideraba que iba a afectar “algo negativamente” a la Argentina. Ahora, esa misma sensación bajó al 62 por ciento.

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas