Isaac (11) y Ezequiel Gómez (16), estaban a unos 150 metros de la costa en San Ignacio y a unos 50 de donde fueron visto con vida pidiendo auxilio. Estaban sumergidos entre unos gajos, muy cerca uno del otro.
Alrededor de las 8 de ayer encontraron tras una intensa búsqueda, los cuerpos de Isaac y Ezequiel, desaparecidos el último lunes en el río Paraná, en la localidad de San Ignacio.
El prefecto Jorge Meza confirmó que los hermanos fueron hallados por los buzos, a escasos metros de donde fueron vistos por última vez, enganchados en unas ramas por debajo de la superficie.
Fuentes oficiales del caso también revelaron que la balsa improvisada que habían construido los fallecidos también fue hallada y remitida a la sede policial en donde se lleva la causa.
Luego de que se conociera el peor de los finales para los hermanos, por orden de la justicia, sus cuerpos ya fueron entregados a sus familiares para velatorio e inhumación.
El médico policial que los examinó certificó que la muerte se debió a “asfixia por ahogamiento” y no establecieron lesiones externas en sus cuerpos.
Desaparición
De acuerdo a los primeros indicios del caso, Isaac y Ezequiel habían sido vistos por última vez cerca de las 15.30 del último lunes, cuando desaparecieron en aguas del Río Paraná en una zona próxima al puesto de la prefectura.
Al parecer, después de que ingresaran al río en una especia de balsa fabricada por ellos mismos según fuentes policiales, con pedazos de telgopor y tacuaras secas atadas con alambre, se perdieron de vista y de allí en más comenzó el drama para su familia.
