CGT-Gobierno vuelven a discutir Ganancias

Cuando parecía ya un tema cerrado, la posible modificación del impuesto a las Ganancias volvió a generar expectativas en los sindicatos. Los dirigentes de la CGT oficial, que esta tarde visitarán a Cristina de Kirchner, dijeron haber recibido señales favorables del Ejecutivo respecto de una eventual reducción del gravamen aplicable para este año.

Los gremialistas aclararon que el anuncio podría no ser inminente, pero mantuvieron la esperanza a pesar de que el Presupuesto fue elaborado a partir de los valores actuales del gravamen. En cambio, reconocieron que puede haber en el corto plazo novedades sobre sus pedidos ligados a las obras sociales y el sistema de salud.

La conducción de la nueva CGT, que lidera el metalúrgico Antonio Caló, será recibida a las 18.30 por la jefa de Estado. A las 16 habrá un encuentro previo en la sede de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) para repasar los ítems que intentarán incorporar en la conversación. “Vamos a llevar todo lo que pensamos”, declaró ayer por radio Caló sobre la agenda de temas que fueron expuestos en el Congreso de Obras Sanitarias de la semana pasada, que dio inicio a la nueva central obrera.

Uno de los puntos de ese documento planteó la “eliminación del IVA en los productos de la canasta básica alimentaria” para los salarios y haberes jubilatorios mínimos, así como “la exención del impuesto a las Ganancias para todos los trabajadores convencionados en relación a los ingresos laborales”.

En Obras Sanitarias, la mayoría de los dirigentes juzgó poco probable un cambio en Ganancias a dos meses del cierre del año, y con los números del proyecto de Presupuesto pautados bajo los niveles actuales del impuesto. Sin embargo, en el reducido núcleo de sindicalistas que negocian con funcionarios esa chance revivió durante el fin de semana. También dijeron tener la misma expectativa respecto del cambio en asignaciones familiares, que si bien generó un aumento de los valores fue organizado de modo tal que habrá trabajadores que percibirán menos dinero que meses anteriores.

Otro eje del que los gremialistas esperan respuestas favorables es el de las obras sociales. En ese sentido, dijeron que el Gobierno prometió buscar un mecanismo para limitar las afiliaciones de trabajadores en obras sociales pequeñas que se aliaron a prepagas y que en los últimos años terminaron por quedarse con los asalariados de mejores ingresos a instancias de la desregulación vigente en el sistema. Algunos de los dirigentes que firmaron esos acuerdos estaban incluso presentes en el Congreso de Obras Sanitarias.

Como anticipó este diario, los sindicalistas le explicitarán a Cristina de Kirchner su pedido de ser incorporados a los organismos de previsión social. En particular, la ANSES, el PAMI y la Superintendencia de Salud. El argumento es que las entidades fueron intervenidas hace años pero la legislación prevé la inclusión en los estamentos de dirección de representantes de los trabajadores activos y pasivos.

Más allá de las respuestas, el encuentro de hoy con la jefa de Estado será la señal política más concreta del Gobierno a la nueva CGT. Algo que Cristina de Kirchner le negó a Hugo Moyano desde que en julio pasado se hizo reelegir al frente de su propia central obrera. Ayer, Caló minimizó la chicana del camionero respecto de ser el líder de la “CGT Balcarce”. “Yo voy a trabajar y mirar para adelante, los motes no me molestan.

Para sacarse esos motes de encima hay que trabajar. Después vamos a ver cuál es la CGT Balcarce y la verdadera CGT que representa a los trabajadores”, sostuvo el metalúrgico.

 

 

Escribe Mariano Martín

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