El índice se basa en el nivel de militarización de cada país, el gasto que tienen en defensa y el nivel de paz social y presencia del terrorismo.
El Instituto para la Economía y la Paz elaboró su ranking anual del nivel de violencia presente en cada uno de los países del mundo, y la Argentina quedó en el puesto 44, por debajo de Chile, en el puesto 30, Uruguay (33) y Costa Rica (36).
Entre los factores que determinaron que el país quedara en esa posición, se tomó como fundamental la evaluación cualitativa del nivel de criminalidad percibido en la sociedad, que en un rango de 1 a 5, quedó en nivel 4.
Las manifestaciones de violencia a las que es expuesta la sociedad también fue determinante al momento de armar el ranking, al quedar en el nivel 4, muy por debajo de varios de los países de Sudamérica.
Los crímenes violentos también fueron un factor importante, al quedar en el nivel 3 en un margen de entre 1 y 5.
Entre los países más violentos de la región quedaron Venezuela, en el puesto 123, Guatemala (124), Honduras (129) y Colombia en el final del listado (144).
Tomando como referencia al mundo entero, Islandia fue catalogado como el país más pacífico del mundo, mientras que Somalía fue declarado el más bélico. El cambio más importante entre un año y otro fue por parte de Siria, que pasó del puesto 117 al 147.
El Índice de Paz se elabora a partir de 23 indicadores, como el nivel de militarización de un país, gasto en defensa, conflicto interno, grado de paz social, terrorismo, la relación con los vecinos o el respeto por los derechos humanos.
La escalada en la lista de algunos países occidentales, como Canadá, se debe a que en general se ha reducido el presupuesto de defensa por los recortes del gasto público aplicados a raíz de la crisis económica mundial, indican los autores.
El Instituto para la Economía y la Paz, una entidad sin fines de lucro con sede en Londres que quiere «cambiar el enfoque del mundo hacia la paz como una medida alcanzable», ha cuantificado que, si el mundo estuviera en paz, los beneficios para la economía global serían de 9.000 millones de dólares al año.
(Infobae)
