Acusados: Cristian Kondratiuk y Jorge Da Rosa. ( izquierda a derecha)
Peritos ratificaron pruebas contundentes que complican al exagente imputado junto al entonces estudiante de abogacía, Jorge Da Rosa. La fiscalía pedirá perpetua.
El juicio por el homicidio del abogado Roberto Del Balzo, asesinado a quemarropa en 2009, comenzó ayer en el Tribunal Penal II. La fiscal Liliana Picazo, quien representa al Estado, advirtió que la pena que podría pedir para los dos imputados es la cadena perpetua. Es que el expolicía Cristian Kondratiuk (23) y el estudiante de abogacía Jorge Da Rosa (24) están contra las cuerdas con pruebas contundentes en su contra.
El hecho ocurrió el sábado 31 de octubre de ese año en la casa de Del Balzo, quien fue ultimado de varios disparos con el arma del policía Kondratiuk, aunque éste acusó a su “conocido” de haber apretado el gatillo.
Los peritos tuvieron un rol clave en la primera jornada y acorralaron a Kondratiuk, quien además entró en contradicciones al momento de relatar cómo llegó y con qué intenciones ingresó a la casa del letrado. El otro imputado, Jorge Da Rosa, quien fue detenido junto al entonces agente tras una larga persecución, se abstuvo de declarar.
El juez Roque González, sus pares Juan Calvo y César Yaya (como subrogante) conforman el tribunal Penal Nº 2 que desde ayer comenzó a juzgar a Kondratiuk (23) y el entonces estudiante de abogacía, Jorge Da Rosa (24).
Tanto Kondratiuk como Da Rosa están acusados de homicidio calificado, doblemente calificado en el caso del exagente por ser miembro de una fuerza de seguridad. Además pesa sobre ambos la tentativa de homicidio contra Maia Sarjanovich, quien aquella tarde estaba en la casa de la víctima y de quien entonces era oficial de Policía, Berta Acuña, quien vivía frente a la casa de Del Balzo y cuando se percató de la huida de los maleantes disparó contra el vehículo robado por estos y también fue atacada a tiros. La mujer luego falleció por un cáncer.
“Hacé lo que te digo o te quemo”
Kondratiuk declaró ante el tribunal que siendo miembro del Comando Radioeléctrico de Puerto Iguazú, entre el 30 y 31 de octubre de 2009 estuvo en Posadas en calidad de comisionado, repartiendo documentaciones en dependencias de Jefatura.
“Ese día (el 31) terminé de repartir los documentos por la mañana y me fui a la casa de Da Rosa, quien me había ofrecido quedarme en su vivienda para descansar. Él era un conocido mío. Almorzamos en La Placita y después Da Rosa habló con el doctor por teléfono (Del Balzo) adelantándole que me iba llevar a mi para que yo le pida que me gestione un traslado”, comenzó narrando el hombre nacido en Jardín América.
Posteriormente recordó que “llegamos a la casa (del abogado) y tuvimos una conversación muy cordial, le expliqué mi situación y el abogado me pidió más de mil pesos para los trámites de traslado. Mi uniforme y mi arma estaban en mi mochila. Tomamos un tereré y estuvimos conversando los tres. Después Da Rosa y el doctor se fueron a hablar en privado al garage y luego de un rato escuché un grito (coincidiendo con lo narrado por testigos) y luego por lo menos tres disparos”.
El imputado no supo explicar a los magistrados cómo llegó al arma a las manos de Da Rosa y cuando se le consultó porqué razón no había actuado siendo policía, éste respondió: “Yo estaba de espaldas y todo ocurrió muy rápido”.
Posteriormente Kondratiuk dijo que el entonces estudiante de abogacía tras asesinar supuestamente a Del Balzo vino por él y le dijo “hacé lo que te digo o te quemo”.
Finalmente, recordó de manera confusa que Da Rosa ingresó a la casa del abogado, sacó unas llaves y le pidió: “sacame de acá con ese auto que está afuera”. Kondratiuk dio a entender que amenazado por el otro tuvo que manejar a alta velocidad, haciendo caso omiso a la voz de alto de la oficial Acuña que quiso intervenir y dirigió el auto hacía Miguel Lanús donde posteriormente fueron detenidos. Se sospecha que el abogado fue asesinado al negarse a pagar por un supuesto “dato” que le habrían pasado los jóvenes, ya que días antes de su muerte, habría cobrado jugosos honorarios.
