Al mando. Maluf (izquierda) fue la comandante del vuelo tripulado solo por mujeres.
La misionera Ana Maluf fue la comandante del primer vuelo de austral con una tripulación totalmente femenina. Con una familia entera dedicada a la aviación, la piloto asegura que cumplió un sueño. Su padre, piloto de helicópteros, primero se negó a que volara, pero después la apoyó. La familia se completa con su esposo, también piloto de Austral.
Repercusiones. Maluf se mostró sorprendida por la cobertura de los medios y ya salió en varias revistas.
La misionera Ana Maluf quedó en la historia al ser la primera mujer en comandar un avión de Austral, junto a una tripulación también compuesta por mujeres. “Este vuelo fue un mimo al alma”, relata emocionada después de un vuelo que consideró histórico y que tuvo amplia repercusión.
La copiloto fue Nuria Estebez; la comisario de abordo Ana María Sabljak y las auxiliares Mariana Burguete y Florencia Bringas Agherreberi.
“La verdad que esperamos este vuelo mucho tiempo. Hace 24 años que empecé a volar y siempre fue un sueño que ahora se pudo hacer realidad. No esperaba la repercusión que tuvo. Fue algo increíble”, dijo Maluf entrevistada por Radio Libertad.
Con raíces posadeñas y una familia vinculada a la aviación, Maluf lleva 24 años volando. Pero admite que el vuelo de entre Buenos Aires y Salta “fue, de algún modo, una especie de bautismo de fuego porque es la primera vez que soy la responsable de un vuelo completamente integrado por mujeres, completamente femenino”.
“Toda mi familia es misionera. Yo me fui de Misiones a los ocho años. Mi papá era un encarnaceno nacionalizado argentino y nos fuimos de acá cuando yo tenía ochos años por motivos laborales de él”, relata. “Mi padre era piloto de helicóptero de Misiones, era director de Aeronáutica”.
¿Cómo nace tu pasión por volar?
Es que mi familia es la de la aeronáutica, también tengo un tío que es piloto. Fue raro todo porque cuando le dije a mi papá que quería ser piloto, no me creía. Al principio me dijo mi papá que no. Pero le respondí: “Si vos no me apoyás lo voy hacer igual”. Ahí me apoyó junto con mi mamá. Somos dos mujeres y hay un varón. Todos apostaban por el hombre para volar. Pero mi hermana Eliana también está en esto, ella es copiloto de Austral. Pero ella no viajó conmigo en este vuelo. Con ella hice el primer vuelo de tripulación de cabina de mando que fue hace un par de semanas. Lo hicimos en un vuelo que fue increíble, aparte fue doble la emoción porque somos hermanas. Para completar el cuadro, su marido también es piloto de Austral, con quien tiene dos hijos, Camila de 16 y Gustavo de 8.
“Muchos años esperé. Siempre quise volar el Austral y ahora hay que disfrutar”, asegura la posadeña que fue la primera mujer en entrar a Austral, en sus 56 años de historia. “Ahora somos seis mujeres dentro del plantel de 160 pilotos”.
¿Cómo fue la experiencia del vuelo?
Fue algo increíble. La verdad que todo estuvo armado para nosotros. Todo fue hecho por mujeres, tanto el despacho operativo del avión como el tráfico, fue todo hecho por el personal femenino. Los pasajeros lo tomaron increíblemente bien. Algunos ya lo sabían porque Aerolíneas Argentinas había lanzado un institucional y otros se enteraron por los periodistas. Se cumplió todo como queríamos. El equipo estuvo bárbaro.
¿Cómo planificaron el vuelo femenino?
Se venía hablando de este vuelo. Yo hice un vuelo hace un mes y medio más o menos con Mariano Recalde (presidente de Aerolíneas). Él me dijo que iba a armar algo parecido a lo que se había armado el año pasado con Aerolíneas cuando también hubo sólo mujeres. Ahora lo vamos a hacer con Austral me había adelantado. Ya está. Es un sueño cumplido. Fue un mimo para el alma.
Esta fue la primera vez que un avión de Austral estuvo tripulado sólo por mujeres, pero no es la primera vez que ello ocurre en la Argentina: en abril de 2011, Aerolíneas Argentinas ya había despachado un vuelo con una tripulación de cinco mujeres. Se trató del número 1498 que partió de Buenos Aires con destino a Jujuy, con 96 pasajeros a bordo. La incorporación de tripulaciones femeninas en vuelos comerciales es una tendencia creciente en el mundo de la aviación, que ya fue implementada incluso en empresas de la región.
