El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es un síndrome conductual. Es un trastorno muy prevalente que, según estimaciones, afecta a entre un cinco y un ocho por ciento de la población infanto-juvenil en Argentina. El Pediatra Guido Barreiro, especialista en esta enfermedad indicó que “la enfermedad es una patología de origen genético y tiene una alta implicancia toda la morbilidad que tiene en cuanto al medio ambiente y algunos factores que pudieron haber ocurrido durante el parto”.
Guido Barreiro, pediatra especialista en TDH en Radio Libertad
El Doctor Guido Barreiro afirmó que la medicación es importante. Hay que buscar la excelencia en el diagnostico y determinar cuales son los chicos que efectivamente necesitan la medicación.
La sintomatología se presenta de forma diferente en cada caso. Representa entre el 20% y el 40% de las consultas en los servicios de psiquiatría infanto-juvenil. Se trata de un trastorno del comportamiento caracterizado por distracción moderada a grave, períodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas. Tiene una muy alta respuesta al tratamiento, aunque se acompaña de altas tasas de co-morbilidad psiquiátrica.
El doctor Barreiro indicó que «habitualmente, los síntomas empeoran en las situaciones que exigen una atención o un esfuerzo mental sostenidos o que carecen de atractivo o novedad intrínsecos, por ejemplo escuchar al maestro en clase, hacer los deberes, escuchar o leer textos largos, o trabajar en tareas monótonas o repetitivas»; por otro lado; no les sucede cuando algo realmente les motiva, como jugar algún videojuego o ver la televisión, por ejemplo.
Este «trastorno» fue reconocido primero en la edad infantil. Sin embargo, en la medida en que fue mejor comprendida, se reconoció su carácter crónico, ya que persiste y se manifiesta más allá de la adolescencia, es difícil modificar comportamientos que ya están tan arraigados, si no ha habido unas pautas de crianza correctoras previamente.
Los estudios de seguimiento a largo plazo han demostrado que muchos de los niños con TDH continúa presentando los síntomas hasta la vida adulta, esto puede generarles problemas de relaciones, personales y grupales y en general tienen mayor tendencia a sufrir los fracasos.
El Doctor Guido Barreiro afirmó que la medicación es importante. Hay que buscar la excelencia en el diagnostico y determinar cuales son los chicos que efectivamente necesitan la medicación. Se pueden pedir estudios de alta complejidad para determinar cuales son los casos que necesiten de la ayuda de la medicación. Explicó que existen medicamentos de primer orden y de segundo orden.
Las personas que hacen el diagnostico y tratan la enfermedad son neurólogos, psiquiatras infantiles y pediatras especializados en esta enfermedad. Antes de medicar se debe diferenciar esta patología de otras patologías como la epilepsia, de algunos casos de hipotiroidismo y casos de infecciones durante el parto. Cuando se tiene la seguridad que el diagnostico es el correcto se plantea la necesidad de la medicación.
