El obispo Martínez destacó la importancia de la peregrinación a Loreto en su carta pastoral del domingo

Como venimos realizando cada año, este domingo tenemos una nueva peregrinación diocesana a nuestro Centro de Espiritualidad de Loreto. Allí celebramos la memoria de tantos hombres y mujeres que evangelizaron en estas tierras, como los mártires Roque González de Santa Cruz, Alonso Rodríguez, Juan del Castillo, el Padre Antonio Ruiz de Montoya, que junto a miles de indígenas vivieron una experiencia inédita en las Reducciones Jesuíticas.


 En Loreto alimentamos nuestro ánimo en la memoria, pero también en los sufrimientos, en el martirio y en la vitalidad de estos  testigos del pasado. Ellos nos fortalecen en la esperanza, para sobrellevar las dificultades, las persecuciones y las luchas en este inicio de siglo.

 

En esta reflexión quiero subrayar la importancia que tendrá la “Peregrinación” a nuestro “Centro de Espiritualidad diocesano de Loreto” que contara con la participación de muchas personas, sobre todo jóvenes, que se movilizaran, caminando, en autos, colectivos y bicicletas desde las distintas parroquias, escuelas y comunidades de nuestras tres zonas pastorales saliendo conjuntamente desde Leandro N Alem, Jardín América y Posadas (Parroquia Nuestra Señora de Fátima). También este año se suman un grupo de peregrinos a caballo a quienes le damos la bienvenida. La Misa central la concelebraremos a las 9:00 hs con todos los Sacerdotes y Diáconos de la Diócesis, junto con nuestros consagrados, seminaristas y al Pueblo de Dios.

 

En la casa de Nuestra Madre de Loreto realizamos este momento único en el año donde como Pueblo de Dios en nuestra Diócesis de Posadas, llevamos nuestro agradecimiento a Dios por su presencia de tantas maneras en la tarea evangelizadora que Él nos encomendó.

 

También llevamos nuestros dolores, peticiones, inquietudes y sufrimientos, todo lo ponemos a los pies de Nuestra Madre de Loreto y bajo la intercesión de nuestros mártires de las misiones. En ellos vemos ejemplos de entrega en su tiempo que nos permiten decir en el hoy de nuestra historia que nosotros como ellos queremos también ser testigos, discípulos y misioneros en esta porción de la Iglesia en nuestra provincia de Misiones.

 

En este domingo iniciamos el tiempo de Adviento, tiempo litúrgico y de espiritualidad que nos prepara para celebrar la Navidad. El Evangelio de este domingo (Mc 13, 33-37), nos dice que estemos atentos y prevenidos en la esperanza: “Tengan cuidado y estén prevenidos, porque no saben cuándo llegará el momento…no sea que llegue de improviso y los encuentre dormidos, y esto que lo digo a ustedes lo digo a todos: Estén prevenidos”. Este texto y la liturgia del adviento nos recuerdan la esperanza de los cristianos en la segunda venida del Señor. Es el reclamo esperanzador del Apocalipsis, hecho en medio de dificultades y signos de muerte y que la liturgia retoma fuertemente en este tiempo: “Ven Señor Jesús”.

 

El tiempo de Adviento nos prepara para celebrar bien la Navidad. Deberemos revisar como vivimos nuestra condición de cristianos tanto en la esfera personal como en la social. A veces hemos planteado casi excesivamente nuestro examen de conciencia como algo individual, y no lo hemos relacionado suficientemente con nuestra vocación y misión, sobre todo los laicos que representan la gran mayoría del Pueblo de Dios, necesariamente deben revisar desde el Evangelio su rol de transformadores de la realidad temporal y su condición de ciudadanos, que es lo más propio de su misión en el camino de la santidad al que fueron llamados.

 

En la casa de nuestra Madre de Loreto y en este inicio del tiempo de Adviento queremos renovar nuestro compromiso para encontrarnos con Jesucristo, el Señor, en el pesebre y ser testigos humildes de su Evangelio.

 

 

Les envío un saludo cercano y hasta el próximo domingo.                                                  Mons. Juan R Martínez.

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