Además de las áreas de extracción, envasado y soplado de botellas, el complejo inaugurado ayer tiene una tercera unidad dedicada al control de calidad. Allí trabaja Alfredo Sena, un joven ingeniero químico originario de San Javier.
El profesional recordó que comenzó a estudiar en la Universidad Nacional de Misiones con la certeza que, junto al título, le llegaría casi como una condena, la necesidad de migrar de su pueblo natal, dada la nula demanda de ingenieros químicos por esos lares.
“Elegí esta carrera porque ya desde chico me gustaba mucho todo lo relativo a la química, pero la verdad es que jamás me imaginé que iba a poder conseguir trabajo en mi especialidad en el pueblo que me vio nacer”, relató.
La apertura de la planta de agua no sólo le dio trabajo a pocas cuadras de la casa natal, sino también le permitió continuar capacitándose.
“Hacemos análisis microbiológico y ensayos físicos para verificar todas las etapas del proceso. Son controles de rutina que se hacen cada hora y otros por día o por semana. La calidad del agua se controla permanentemente”, aseguró.
El agua de Misiones ya está en las góndolas de Posadas e Iguazú
