Los mitos guaraníes revisitados por Juan Pablo Gochez en su novela gráfica AVA 32-33 son la base de lo que se podría denominar “el primer videogame misionero”.
Milton Fediuk nació en Apóstoles hace 28 años. Analista de Sistemas de profesión, su hobby se podría decir que, a pesar de lógico, es cuando menos, poco practicado: diseñar videojuegos.
“El interés nació cuando estudiaba Ingeniería de Sistemas en Posadas, pero en realidad soy autodidacta. Diseñar videojuegos no es algo que se pueda aprender en un libro”, relata el desarrollador del videojuego basado en el cómic AVÁ 32-33. Con Juan Pablo ya habíamos trabajado juntos en otros juegos, yo programando y él diseñando los personajes y escenarios. En este caso la idea era desarrollar uno que trabaje directamente desde la página web, pero es un nivel de programación que todavía no había aprendido. Por eso hicimos esta demo (que se debe descargar a la PC), pero la idea es convertirla en un videojuego que se pueda jugar en línea.
El videojuego de AVA 32-33 se basa Phytar, uno de los personajes principales del cómic, que debe avanzar esquivando rocas y plantas carnívoras a la vez que recolecta las esporas tan necesarias para mantener latente la civilización. A nivel visual está muy bien logrado ya que se animaron dibujos originales del autor, y a nivel jugabilidad, no deja margen a la duda. El personaje salta, golpea y corre casi como cualquier colega de Mortal Kombat.
Desarrollar un videojuego, además de una gran dosis de creatividad, implica sólidos conocimientos de programación. Milton desarrolló el juego mediante BASIC, un lenguaje de programación que, aunque robusto y versátil, no iguala la perfomance de los programas más “profesionales”. Debido a ello se encuentra abocado a pleno en el estudio de C++, el programa estándar para desarrollo de videojuegos en todo el mundo. La idea es que la versión completa de AVÁ 32-33 pueda ser jugada en línea, para así transportar a los mitos misioneros a la pantallas de los gamers de todo el planeta.
Por Marcelo Luketti
