El herpetólogo a cargo del serpentario Antonio Ruiz de Montoya, Amado Martínez, relató que rescataron a una boa Curiyú gracias a un llamado telefónico que recibieron de la empresa constructora Carlos E. Enríquez S. A. informando que sus operarios habían atrapado a la serpiente, a la cual mantenían en un recipiente.
Indicó asimismo que se trata de un ejemplar hembra de la especie, de color amarillo con negro, de casi tres metros de longitud y que por su diámetro estaría preñada.
Aclaró que esta especie no es ponzoñosa, que suelen buscar lugares secos para dormir y que generalmente se alimenta de aves que atrapa debajo del agua como garzas, nutrias y hasta una cría de carpinchos o algún perro chiquito.
Además, advirtió que las apariciones de estas especies van a ser comunes por un tiempo dado el crecimiento del agua como efecto de la represa pero consideró que por la destrucción del hábitat también irían desapareciendo. Debido a ello contempló que sería buena la instalación de una reserva acuática para este tipo de especies y otros animales como las nutrias.
Por otro lado aconsejó a la población que en caso de avistar un animal de este tipo, aunque es casi imposible que haga daño a alguna persona, no debe tocarla porque su mordedura es fuerte, desgarra y probablemente trate de enroscarse para constreñir, por lo cual lo más atinado sería dar aviso al serpentario al teléfono 466582.
(FM Nación)
