El piquetero Rubén Ortiz aseguró que “no tiene problemas en volver a dar clases” y aseguró que se trata de “una persecución” por enfrentarse a la UDPM. Según Trabajo, solo dirigentes de la Udpm están en condiciones de tener licencias con goce de haberes
El dirigente piquetero Rubén Ortiz y sus seguidores en el “Movimiento Pedagógico de Liberación” salieron a cuestionar duramente la resolución del Consejo General de Educación que les quitó la licencia con goce de haberes de la que gozaban Ortiz y otros cuatro dirigentes desde octubre del año pasado y hasta septiembre de 2014.
Lejos de admitir que no tienen representación gremial como dirigentes de la CTA, Ortiz y los demás dirigentes aseguraron “es otra persecución para acallar cualquier tipo de oposición y cualquier atisbo de organización en defensa de los derechos de los trabajadores”.
La resolución del Consejo alcanzó a Rubén Ortiz, Mónica Gurina, Betina Páez, Humberto Capli Benítez y Blanca Rodríguez de Somariva, quienes gozaban de licencia con goce de haberes -otorgada por el mismo CGE- porque forman parte de la comisión directiva de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Misiones, que carece de representación gremial legal.
“No tengo ningún problema en quedarme sin licencia, pero debe quedar claro que esto se trata de una persecución lisa y llana”, sostuvo Rubén Ortiz, dirigente del MPL, quien aseguró que estaba de licencia desde hace seis meses, cuando la resolución 66/11 señala que goza del beneficio desde el 1 de octubre de 2010. “No tengo ningún inconveniente para volver a las aulas”, reiteró el piquetero y frustrado candidato a intendente de Montecarlo.
“Cuando sea notificado me asesoraré con un abogado, pero no voy a perder el tiempo apelando la medida, no tengo problemas en volver a dar clases”, desafió el gremialista.
Sobre el accionar del sector gremial opositor explicó que en la zona de Montecarlo se siguen llevando adelante medidas de fuerza, aunque en el día de hoy no realizaran cortes de ruta, solo no asistirán a dictar clases.
Del mismo modo reaccionó Mónica Gurina. “La campaña de UDPM ha comenzado y pretenden acallarnos”, se defendió.
Sobre la posibilidad de retornar a las aulas a cumplir sus funciones docentes, Gurina indicó que no tendría problema en volver a dar clases, consideró la tarea docente como “una acción constante y permanente por parte de los trabajadores y las tareas gremiales también son continuas y demandan una acción incansable que no solo queda con los horarios de dictado de clases, sino que se le suman viajes y continuos debates con los colegas y representantes de la patronal, somos docentes y defendemos nuestra actividad”.
Según la ministra de Trabajo, Claudia Gauto, la decisión del CGE de ignorar la actividad gremial de varios delegados se basa en resoluciones que están en vigencia desde los 80. Gauto indicó que esos delegados “nunca debieron tener licencia gremial con goce de haberes y solo podrían serlo por el único gremio reconocido”, que es la Unión de Docentes de la Provincia de Misiones.
Es que legalmente, la conducción de UDPM tiene derecho de tener licencia porque es el único gremio del sector que cuenta con personería gremial que solo se le da a un gremio del sector que cuente con una gran suma de afiliados.
Según la UDPM, para obtener la personería gremial, debe superar los 10 mil afiliados, por lo que otros sindicatos menores no deberían tener licencia, porque tienen muchos menos.
