Reflexión de Monseñor Héctor Aguer: “La fiesta de la Asunción de la virgen”

Monseñor HÉCTOR AGUER, Arzobispo de La Plata, dedicó su reflexión televisiva semanal, en el programa “Claves para un Mundo Mejor” (América TV), a la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María que la Iglesia celebra cada 15 de Agosto y que dada su importancia es día de precepto.

Sostuvo que “es la fiesta mariana más importante desde el punto de vista litúrgico aunque quizás, aquí en la Argentina, es más popular la Fiesta de la Inmaculada Concepción, del 8 de diciembre” y recordó que antes “se la llamaba “Santa María”.

 

Comentó también que “el problema que tenemos actualmente es que ya el 15 de agosto no es más un feriado, de tal modo que la obligación de participar de la misa para honrar a la Virgen y celebrar así la fiesta se hace difícil, pero es preciso recordar que se trata de una de las festividades de precepto. Es decir, que la Iglesia nos manda que la conmemoremos participando de la Eucaristía, como si fuera un domingo”.

 

“¿Qué es lo qué celebramos? La fe de la Iglesia lo enuncia de esta manera: la Santísima Virgen María al término de su vida temporal fue asumida en cuerpo y alma a la gloria celestial”, explicó.

 

El prelado platense recordó que “el dogma de la fe no se refiere a la muerte de la Virgen sino que enfoca, en todo caso, lo que ha sido la culminación de su existencia en la tierra. El término, no el fin temporal sino el término de sentido, es decir, Ella está con Cristo en la plenitud de su ser, corpóreo y espiritual” y afirmó que “Ella es la primera de los resucitados después de Cristo y, en ese sentido, nos ofrece una de imagen de lo que nosotros esperamos llegar a ser… Entonces Ella en la gloria ya participa de la plenitud de Cristo Resucitado”.

 

Además dijo que “se la suele llamar en la devoción católica “la omnipotencia suplicante” que quiere decir que la súplica de María en favor nuestro, su intercesión, se realiza y se verifica desde la unión con Cristo, desde la cercanía de Cristo y de allí recibe su eficacia. Esta realidad es el fundamento de nuestra confianza en la relación filial con la Madre de Dios, que es también nuestra Madre”.

 

A modo de conclusión indicó “que el dogma de la Asunción nos presenta a María tal como Ella es, actualmente, en la gloria. Cuando leemos el Evangelio recogemos los rasgos que la Revelación ha querido transmitirnos de la vida temporal de Nuestra Señora, pero cuando en la Fiesta de la Asunción la contemplamos en la gloria de Cristo contemplamos a la Virgen tal cual es ahora y de allí brota su relación maternal con nosotros”.

 

Mons. Héctor Aguer finalizó insistiendo que la Fiesta de la Asunción “es una fiesta para regocijarnos y por eso la Iglesia quiere que la celebremos participando de la Eucaristía, de la asamblea, del culto público de la Iglesia en la que damos gloria a Dios y le agradecemos que nos haya dado semejante Madre”.

 

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