Adriana Carisimo es una de las esperanzas misioneras y del seleccionado nacional que pronto estarán viajando a la ciudad de Bangkok (Tailandia) para competir en el mundial de karate a realizarse entre el 19 y 21 de agosto. La joven de 17 años estará integrando el grupo de 18 argentinos que irán en busca de la gloria en Asia, junto a otros dos misioneros: Jorge Rivas y Javier Acosta, ambos incluidos en la Mayor. Adriana competirá en la categoría Juveniles (de 17 a 18) y está muy confiada en dejar “todo en la cancha” para traerse un buen resultado.
“En abril clasifiqué para el selectivo en Kata (formas) y Kumite (lucha) y desde esa fecha y hasta hoy estamos trabajando de cara a la competencia. La clasificación para el mundial fue muy costosa pero tuve la suerte de quedar entre las tres seleccionadas junto a una cordobesa y otra proveniente de Santa Cruz”, explicó la misionera.
Cabe destacar que Carisimo ya tiene bajo sus hombros una basta experiencia internacional compitiendo hace tres años para la Argentina en donde disputó dos Sudamericanos. “En el 2009 se organizó en Buenos Aires y salí campeona en Kata y en equipo El año pasado el que se organizó en la ciudad de Belén, Brasil pase a la final en Kunite para salir segunda, y en Kata tercera”, dijo la deportista que, además, estará participando el próximo fin de semana en el Torneo Rioplatense de Buenos Aires.
Ante la expectativa mundialista la misionera aseguró: “Yo voy a dejar todo de mi para obtener buenos resultados, para eso estoy entrenando”.
Los fondos
Adriana junto a su instituto “Zanshin – Kei” encabezado por el Sensei Alfredo Denique, están llevando adelante tareas de recolección de fondos necesarios para los quince días de estadía que tendrá la misionera. “La federación nacional nos paga la inscripción al torneo, dos días de estadía, y los pasajes de ida y vuelta a Tailandia. Nosotros tenemos que estar quince días antes en Bangkok para adaptarnos y concentrarnos antes del inicio del campeonato”, recalcó la juvenil y también agregó que “por suerte la gente del Zanshin-Kei son excelentes y me están ayudando a tratar de conseguir fondos de apoyo para que pueda realizar el viaje, por eso los fines de semana siempre vamos a la Costanera para hacer una venta de platos que desde hace dos meses está funcionando, aunque igualmente no llegamos a cubrir todos los gastos, por eso solicitamos la ayuda de alguna institución”.
