Monseñor Aguer reflexionó sobre la necesidad de la autodisciplina

En su reflexión televisiva semanal, en el programa “Claves para un Mundo Mejor” (América TV), Mons. Héctor Aguer, Arzobispo de La Plata y Presidente de la Comisión Episcopal de Educación Católica, explicó que “en las corrientes pedagógicas que han prevalecido durante los dos últimos siglos ha quedado sumamente devaluada la realidad de la disciplina” y consideró que “se ha criticado y erosionado el papel de la autoridad en la educación y en todos los ámbitos, tanto en la familia como en las escuelas y en la sociedad en general”, lo que “significa que no se ha comprendido bien en qué consiste efectivamente la finalidad de la educación”.

 

 

Indicó que “de acuerdo a la gran tradición occidental sostenemos que la finalidad de la educación es la formación integral de la personalidad” y que “para lograr este fin es preciso orientar correctamente las fuerzas vitales. Las corrientes pedagógicas a las cuales me refería, sostenían una especie de espontaneidad ética, que el hombre debía dejarse llevar por sus instintos y alcanzar esa expansión vital sin aceptar parámetros objetivos de conducta”.

 

También reconoció que “en los últimos tiempos, en el ámbito de la espiritualidad cristiana también se ha desvalorizado la ascética, como si fuera una especie de tormento medieval del cual habría que liberarse porque el ideal cristiano tendría que procurar simplemente que la persona se sienta bien”.

 

El prelado platense sostuvo que “este problema es fundamental para entender al hombre” y que “la autenticidad no es simplemente hacer lo que se le ocurre sino hacer lo que debe hacer”, por eso “es fundamental ir disciplinando nuestros impulsos vitales: los instintos, las inclinaciones pasionales y aun    en el orden espiritual, la voluntad. Que la voluntad se adiestre, se acostumbre a desear el bien, a practicar la justicia, a amar la justicia. Es decir que la voluntad se vaya rectificando para el uso plenamente humano de la libertad”.

 

Compartió conceptos de Romano Guardini que afirman que “en todas partes el hombre capitula ante los poderes de la barbarie. La ascética significa que el hombre no capitula sino que lucha y que lucha en el lugar decisivo, es decir, contra sí mismo”. Y dijo que “esta observación de Guardini acerca de la capitulación me parece importantísima. La propaganda no es hoy día el cine, la radio, la televisión solamente, sino una opinión que se va generalizando cada vez más de acuerdo a esos criterios que he señalado al comienzo, que jalonan el camino de una creciente deshumanización”.

 

Monseñor Héctor Aguer agregó que además ahora tenemos “la posibilidad de navegar por Internet. ¿Hacia donde vamos en esa navegación? ¿Cuál es el puerto al cual nos arrastran las olas? El dominio de uno mismo, apoyado en una reflexiva lucidez, resulta  fundamental”.

 

“Cómo decía antes, la necesidad de una disciplina personal, de la autodisciplina, vale no sólo para el chico que va a la escuela, no sólo para el niño al cual sus papás o sus abuelos tratan de educar, de hacerlo despertar a la vida auténtica, sino que vale para nosotros, adultos, para todos  y a lo largo de toda la existencia”, concluyó

 

 

 

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas