Ante el sobreseimiento de dos acusados de explotar sexualmente de una misionera en un prostíbulo de Gualeguaychú, la directora del departamento Trata de Personas, Daniela Acosta, exigió hoy, que se deben producir urgentes cambios estructurales en las leyes de Argentina porque “no se puede permitir la liviandad a la hora de juzgar a quienes roban y dañan a otras personas”. Además reivindicó a los profesionales que trabajan “incansablemente para defender la libertad, como ya había demostrado anteriormente la justicia misionera, en tres condenas firmes”.
Una joven misionera, víctima de trata, fue trasladada este miércoles, a Paraná (Entre Ríos) para participar del debate oral y de la rueda de reconocimiento de quienes habían sido acusados de explotarla sexualmente, quitarle la documentación, como así también, incurrir en el delito de “corrupción de menores” al ser la víctima una menor de edad y habiéndose encontrado en situación de vulnerabilidad, al buscar ésta trabajo con un bebé de tres meses en brazos.
Sin embargo, el Tribunal Federal de Entre Ríos decidió absolver a Julio Dario Bogado y Antonio Ibelli para dejarlos en libertad a pesar de las pruebas que fueron recolectadas por las fuerzas de seguridad el pasado 26 de marzo de 2010, cuando se efectuó el allanamiento al burdel “Tragos Checho” que funcionaba en Gualeguaychú.
Al respecto, Daniela Acosta mostró su disgusto por tal situación y afirmó que el caso no hace más que dejar al descubierto la necesidad de mejorar los sistemas judiciales para que el peso de las pruebas no caigan exclusivamente en las declaraciones de las víctimas: “No podemos pretender revictimizarlas para declarar ante los Tribunales y ante quienes le quitaron la libertad para obligarlas a ejercer la prostitución”.
Además agregó que “es necesaria la capacitación, tanto de los agentes judiciales, como de las fuerzas de seguridad, teniendo en cuenta quela reparación del daño sufrido por las víctimas se completa, en algún sentido, con la sanción y juzgamiento de los explotadores”.
“Las instituciones, organizaciones y mucha gente, trabaja para que cambie la realidad de dolor, sufrimiento y miseria que viven miles de víctimas de trata”, afirmó con palabras contundentes, para insistir en que “no puede ser que por delitos de menor envergadura pueda caber penas más severas, mientras que por este tipo de delitos las condenas llegan sólo a unos cuantos años, en el mejor de los casos”.
Para finalizar dejó firme el compromiso del equipo del Departamento de Trata de Personas, dependiente de la Subsecretaría de Igualdad de Oportunidades del Ministerio de Derechos Humanos; en continuar con el trabajo que vienen realizando para intentar liberar a tantas otras personas que hoy son víctimas de diferentes tipos de explotación.
