Es una segunda etapa que se sumará a la producción agroindustrial en marcha. La intención es mejorar la productividad y rentabilidad de las chacras.
La Biofábrica de Misiones inicia su segunda etapa de producción a base de procesos biotecnológicos, y presenta el nuevo Proyecto de Bioinsumos, por medio del cual se obtendrán fertilizantes, insecticidas y fungicidas a base de microorganismos benéficos. Estos nuevos productos a base de hongos y bacterias tendrán como beneficio principal para el productor lograr plantaciones más rentables, tanto por la sanidad y nutrición vegetal como por los rendimientos en la cosecha, pero además implicará menos perjuicios a la salud y al ambiente, ya que se trata de ir reemplazando productos químicos de alto impacto ambiental.
El fin de este nuevo proyecto es mejorar la rentabilidad y la manera de proteger la producción en las chacras. La primera etapa, instalada desde el año 2006, fue la de producción agroindustrial para aportar plantas de buena genética. Esta segunda etapa es la de agroinsumos.
El presidente de la Biofábrica, Luis Jacobo, explicó que esa primera etapa significó el desarrollo agrícola de las chacras pero el proyecto que está en marcha, proveerá de insumos agrícolas biológicos no químicos como fertilizantes, control de plagas, insectos y hongos. Precisamente la intención es ir disminuyendo el uso de esos productos químicos en plantaciones, como por ejemplo en las de tabaco.
Los más beneficiados serán los productores del sector tabacalero y citrícola tan afectados por plagas que demandan altas cantidades de agroquímicos; pero también servirán para control de hormiga en el Sector Forestal, enfermedades de la Caña de Azúcar, la Mandioca, el Té y la Yerba Mate. Un agregado sanitario particular lo podrán tener los Feriantes que podrán contar con un control biológico para la producción hortícola de la Provincia.
Nueva cultura
La Biofábrica Misiones S.A es un espacio de investigación, producción y comercialización de productos y servicios a base de procesos biotecnológicos cuyo empleo tiene el fin de favorecer la agricultura sustentable. Mediante el uso de técnicas como el cultivo de tejidos y la producción masiva de microorganismos se permite propagar organismos vivos, que dan como resultado la obtención de productos que pueden utilizarse de varias formas.
En la presentación de la segunda etapa, Miguel Suárez Castelió, doctor en biotecnología, integrante del Instituto de Biotecnología de las Plantas en Cuba, quien además estuvo en los comienzos de la Biofábrica, destacó que se convertirá en un complejo científico productivo y tendrá un valor estratégico. Se ha comprobado que la asistencia de la Biofábrica tuvo un impacto en el productor que accede de manera gratuita a lo que allí se logra.
La iniciativa prevé además que se instale una nueva cultura sobre el uso de los químicos, va a potenciar el capital humano y tendrá un impacto económico ambiental en el mediano y largo plazo. Según se dijo, la intención también es comercializar el excedente de la asistencia a las chacras misioneras.
Se estima que el proyecto culmine el 30 de agosto y será un trabajo en conjunto entre un equipo de científicos de Cuba, que se quedará por tres meses y de Misiones, pero la garantía presupuestaria está de modo tal de avanzar lo antes posible.
