Entrevista a Faruk Jalaf presidente de la Cámara de Estaciones de Servicios del NEA. El empresario argumentó que el Estado regala el gasoil a los transportistas, cuando no está en condiciones de hacerlo. Cuestionó que las petroleras vendan directamente al público.
El presidente de la Cámara de Estaciones de Servicio y Afines del Nordeste Argentino (Cesane), Faruk Jalaf dijo que «el país debe encarar una nueva política energética debido al crecimiento económico del país en los últimos ocho años». Destacó «el acompañamiento del Gobierno Provincial en la búsqueda de una solución que destrabe de la difícil situación, ante la falta de combustible que están padeciendo los dueños y empleados de las estaciones de servicio.
Misiones On Line -¿A qué se debe el faltante de combustible?
Faruk Jalaf -El faltante se debe a que desde hace 20 años que no hay un programa energético a largo plazo y, además a la casi duplicación del parque automotor tanto a nivel provincial como nacional. En energía no se puede improvisar. La búsqueda de pozos de petróleo; trazar nuevos gasoductos, oleoductos o hacer refinería, son procesos muy largos. Argentina no hizo inversiones de ese tipo porque en la década del ´90 no había tanto consumo como ahora y el petróleo valía tan poco que era preferible importarlo. En esa época acá se vendía a un dólar el litro de nafta cuando en Estados Unidos el galón que equivale a unos cuatro litros salía lo mismo. Como la economía estaba estancada no había mayor consumo y el abastecimiento era suficiente.
El crecimiento económico de este último tiempo sumado a las exportaciones que se hicieron de petróleo y la falta de inversiones llevaron a esta situación. Porque el crecimiento del agro, la industria y el consumo del parque automotor casi se triplicó en estos últimos ocho años. Es decir a un promedio 500 mil vehículos anuales son unos cuatro millones de vehículos más circulando en el país, trajo aparejado esta demanda con la misma producción.
MOL- ¿Cómo se subsanaba anteriormente esta situación? ¿Y cómo se debe subsanar en la actualidad?
FJ- En años anteriores se subsanaba importando el combustible que faltaba. Se importó Fuel-oil para las generadoras de electricidad, se importó hace cuatro años gasoil para el agro y la industria. Hace tres años se importó gas. Y este año se importaron 16 barcos de GLP. Y en los últimos dos años se importó nafta. El valor del petróleo en estos últimos años había caído a 60 dólares. Pero hace dos meses el barril de petróleo volvió a romper la barrera de los 100 dólares. Esto hace que sea imposible seguir importando para vender luego el combustible en un mercado con un valor deprimido comparado, por ejemplo con cualquier país limítrofe. Brasil hace 40 años importaba el 85 por ciento del petróleo y ese fue el principal motivo de su deuda externa. Sin embargo en la actualidad tiene autoabastecimiento, incluso exporta. Y, sin embargo el precio interno de ese país es un 40 por ciento mayor que el de Argentina. A todo esto se le agrega que los residentes en los países como Paraguay y Brasil vengan a Misiones a comprar combustible porque está más barato.
MOL -¿Cuánto deberían valer los combustibles para que sea redituable?
FJ- Yo no podría decir en qué precio debería situarse. Sí puedo decir que debería tener un precio similar al de los países limítrofes, porque la Argentina está regalando un producto que no tiene. Por ejemplo Brasil que podría regalarlo porque sí lo tiene, no lo hace. Argentina importará para regalarlo. Esta es una medida equivocada al igual que el abastecimiento del gasoil subsidiado al autotransporte. Este está cobrando pasajes caros. Casi como los del avión y, por tal motivo no se entiende que tenga el combustible subsidiado. El autotransporte paga 0,90 centavos el litro de gasoil que no es el costo sino un impuesto que inclusive ese valor lo recuperan con los aportes salariales. Esto hace que prácticamente les quede libre el costo del gasoil.
MOL -Los dueños de los autotransportes aseguran que este subsidio permite que no se incrementen en porcentajes elevados los pasajes…
FJ: Una cosa es subsidiar y otra es que les regalen todo el combustible. Yo considero que se les tiene que dar un combustible a un precio un poco menor. Pero que no se dé como ahora porque hay un problema severo porque a veces se les da excedente y salen a venderlo al mercado compitiendo en forma desleal con los estacioneros. Para nosotros los subsidios son medidas equivocadas. El combustible lo deberían vender las estaciones de servicio y no directamente de las petroleras. En Argentina las petroleras les venden a las empresas de autotransporte, al agro, a la industria y al cliente en forma directa. Es más, muchas petroleras cuentan con estaciones de servicio. Tal es el caso de YPF que, por ejemplo cuenta con estaciones de servicio en Posadas y Puerto Iguazú produciendo una competencia desleal. Esas estaciones de servicio no tienen faltante de combustible. Esta situación produjo que de 7.500 estaciones de servicio que existían en el país se redujeran a 3.300 cuando el parque automotor se duplicó. Brasil hace una década tenía 22 mil estaciones de servicio y en la actualidad cuenta con 38 mil. En la argentina se redujeron porque todos los grandes clientes los perdimos.
Con el cierre del casi 50 por ciento de las estaciones de servicio se perdió entre 40 y 50 mil empleos. El problema lo heredó este gobierno, ya que viene de la década del ´90.
MOL -¿Ante estos reclamos cuentan con el apoyo del Gobierno Provincial?
FJ- Sí. El gobernador Maurice Closs siempre nos está apoyando en los reclamos. Por ejemplo nos igualó en impuestos provinciales. Siempre nos trató de dar una mano. Pero esta situación no depende del Gobierno Provincial
MOL -¿Cuándo cree usted que la falta de combustible se puede regularizar?
FJ -Esto lleva mucho tiempo. No se soluciona de un día para el otro. Se deben tomar medidas de fondo y no emparchar. Hace unos cuatro años la Cesane tuvo una reunión con el secretario de Comercio Guillermo Moreno quien nos dijo que había un proyecto para que cada una de las cuatro grandes petroleras del país pusieran 1.000 millones de pesos para construir una nueva refinería porque las existentes son antiguas, no obtienen combustibles de calidad y desperdician.
