Perdía ante Arsenal en Sarandí con gol de Obolo, hasta que en el complemento Barros Schelotto marcó el 1-1 definitivo. Los de Cappa siguen muy comprometidos con los promedios.
Gimnasia salió desde el comienzo decidido a conseguir ese buen resultado que tanto necesita y se le negó en los últimos tiempos. Mostró por momentos buen juego colectivo, aunque sus limitaciones no le permitieron generar demasiado peligro para Campestrini.
A los 19 minutos, el equipo de Cappa dispuso de la única situación de cierto riesgo, cuando después de una sucesión de toques Neira le pegó de afuera y el arquero de Arsenal alcanzó a despejar. Pero de a poco el panorama empezó a revertirse.
El local comenzó a encontrar huecos en el mediocampo de Gimnasia y a generar una sensación de cierta superioridad. Sin generar demasiado, le alcanzó para equilibrar el partido desde lo psicológico. Y terminó de inclinar la balanza a los 33, cuando Obolo aprovechó un centro pasado y definió como corresponde a los goleadores, dejando sin recursos a Monetti. Y con una fuerte desilusión a los muchos hinchas de Gimnasia que llegaron hasta Sarandí.
