Buscan imponer mejoras en el trabajo rural que sean cumplibles

Productores y secadores de yerba insisten en que los nuevos requisitos impuestos por la nación son incumplibles en Misiones. Representantes de Trabajo y Agro de la Provincia vienen manteniendo reuniones con productores, cooperativas y empresarios en las que buscan establecer requisitos mínimos para el trabajo agrario que se cumplan en todo Misiones.

En medio de la fuerte polémica por la entrada en vigencia de la Resolución 11, mediante la cual la Nación estipula condiciones laborales para el sector rural que son muy superiores a las que se observan en toda la región, desde el Gobierno sentaron firme postura: Misiones se mantendrá en su política de exigir mejoras en las condiciones de trabajo de los operarios rurales, siempre y cuando sean posibles de ser cumplidas por parte de los productores y las contratistas.

La publicación oficial de la resolución nacional provocó un fuerte rechazo por parte de los productores yerbateros, quienes entienden que para cubrir los costos que implicaría cumplir todo lo que manda la norma, deberían cobrar  al menos cinco veces más de lo que están cobrando  por la hoja verde.

La dirigente de la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones (Apam), Roxana Argüello, señaló además que algunas de las exigencias son imposibles de cumplir en Misiones, como la poner celulares a disposición de los trabajadores, ya que en muchas de las plantaciones no hay señal, o trasladar en colectivos a los trabajadores, ya que los caminos de acceso a las chacras son intransitables para ese tipo de vehículos.  “Se nota que escribieron esto en Buenos Aires, desconociendo por completo las particularidades de cada provincia. Creen que es lo mismo producir en Misiones, en Jujuy o en la Pampa Húmeda”, afirmó.

Desde la Nación no hubo respuestas a los planteos surgidos en Misiones, pero sí la hubo del lado del Gobierno provincial. El diputado y representante de Misiones en el Inym, Ricardo Maciel, aseguró que “en Misiones se buscará mejorar las condiciones laborales de los tareferos sin que los contratistas o pequeños productores yerbateros tengan que hacer grandes inversiones en sus chacras”.

A modo de ejemplo explicó que “los campamentos de los cosecheros de yerba deberían contar con una letrina, mesas y bancos, bidones con agua potable, víveres, una carpa en buen estado y no la lona negra usada habitualmente”. Aclaró que “algunas pautas fijadas en la nueva norma no son aplicables a Misiones debido a que la tarea del tarefero se desarrolla durante quince a 30 días en un lugar y después debe trasladarse a otro sitio”.

En ese contexto, las autoridades del Ministerio de Trabajo y Empleo de la provincia comenzaron a reunirse con contratistas y representantes de secaderos. El objetivo es delinear el mecanismo a instrumentar en las chacras misioneras, que garanticen buenas condiciones laborales a los obreros rurales.

Según observó, se ha estigmatizado al pequeño productor tras la detección de trabajo esclavo en algunos yerbales. Sin embargo, «hay que hacer una diferencia entre el colono con quince hectáreas de yerba y los grandes productores con cerca de mil hectáreas: para el primero la preocupación mayor es mejorar el precio de la hoja verde, mientras que para el segundo eso no es relevante», expuso el diputado Maciel.

Lo que exigirá Misiones

Representantes de Trabajo y Agro de la Provincia vienen manteniendo reuniones con productores, cooperativas, secaderos, gremialistas y empresarios para definir mejoras en las condiciones laborales de los tareferos desde bastante antes de la publicación de la polémica Resolución 11.

El representante de los secaderos en el directorio del Inym, Sergio Delapierre explicó en qué coinciden y en qué difieren lo que determina la norma nacional y lo que pide la Provincia. En cuanto a la obligación de que haya agua potable en todo momento en los campamentos y que el transporte de tareferos deba hacerse en vehículos homologados para el traslado de personas, hay coincidencias entre las dos posturas.

En lo referente a la presencia de menores, la Nación pide que se monte una suerte de guardería para contenerlos, mientras que la Provincia pretende que directamente no haya menores en los campamentos de trabajo.

Las mayores diferencias se notan en los requisitos relacionados a la infraestructura. La Nación exige baños instalados con cámaras sépticas y unidades de alojamiento fijas o móviles con paredes aislantes, techo duro y cocinas instaladas, en vez de carpas. La Provincia en cambio exigirá letrinas y permitirá el uso de carpas en buen estado.  “Es imposible construir casas o tener casas rodantes para el uso solo en tiempos de cosecha”, sostuvo Delapierre.

Otros puntos, como la obligación de tener energía eléctrica, contar con agua caliente y teléfonos celulares fueron considerados en la reunión como inviables, siempre según el representante de los secaderos.

 

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