Un posadeño mar adentro

El misionero Héctor Mario Altamirano participó en el primer ejercicio naval integrado de la Armada Argentina del año. Destinado a bordo del destructor ARA “La Argentina”, el cabo primero cocinero preparó el menú para más de cien tripulantes. 

PUERTO BELGRANO – El 31 de marzo pasado regresaron las unidades navales que participaron de los ejercicios de adiestramiento en el mar desarrollados durante dos días en la zona del faro El Rincón y Héctor Mario contribuyó, desde su puesto de trabajo, a que sea un éxito.

Héctor tiene 25 años y lleva seis en la Armada Argentina. “Lo que más me gusta es salir a navegar como en esta oportunidad, años anteriores estuve en la fragata ARA ‘Libertad’ y me apasiona. Para ser marino te tiene que gustar”, contó.

 

Durante el ejercicio desarrollado mar adentro, el joven posadeño junto a un equipo integrado por otros cinco marinos, preparó el menú de almuerzo y cena para los días de embarco. Él es ayudante de cocina y encargado de mantener limpio y ordenado el lugar.

 

“La tarea es permanente cuando uno navega. Con la formación, comienza el día bien temprano y ya en la cocinar dividimos el trabajo en primer y segundo plato, postre, y mantenimiento del lugar”, detalló. Para este cocinero, su comida preferida es cualquier tipo de cazuela “y sí… soy cazuelero, me encanta”, rió.

Junto a “La Argentina”, diez unidades de superficie fueron las que arribaron a la dársena de Puerto Belgrano el 31 de marzo: los destructores ARA “Sarandí” y ARA “Almirante Brown”; las corbetas ARA “Spiro”, ARA “Parker”, ARA “Robinson”, ARA “Rosales” y ARA “Espora”; el transporte rápido multipropósito ARA “Hércules”, el transporte ARA “Bahía San Blas” y el aviso ARA “Teniente Olivieri”. También participaron unidades de Infantería de Marina y aeronavales con helicópteros Fennec y Sea King, y un avión Super Etendard.

Los ejercicios de adiestramiento en el mar fueron de remolque efectivo, pasaje al habla, hombre al agua, lanzamiento de torpedos, traspaso de peso y visita, registro y captura, entre otros. Con las unidades aeronavales se ejecutaron prácticas de aterrizaje y despegue y ejercicios antiaéreos.

Además de su trabajo en la cocina, el posadeño participó como todo marino embarcado en “La Argentina” de las actividades propias de un primer adiestramiento en el mar como rol de abandono y combate, lucha contra incendios, control de averías o timón sin gobierno.

Cerca del río y del mar

 

Héctor Mario Altamirano nació el 4 de febrero de 1996 en Posadas, cerca del río Paraná; sin embargo, el destino lo llevó a vivir junto al mar, en la Base Naval Puerto Belgrano, donde tiene apostadero el buque en el que está destinado, el destructor ARA “La Argentina”.

 

“Vivo dentro de la base en el barrio Piedra Buena, pero mi gente está en Posadas en un barrio llamado Villa Cabello donde yo nací: mi padre, mi hermano mayor de 27 años, mi madre y un hermano menor de 18; también están todos mis tíos y primos”, contó.

 

“La familia es fundamental y por eso los extraño tanto, a mis amigos y a mi novia que están en Posadas también. Tengo un montón de recuerdos… además el cambio en el paisaje es grande”, adelantó el marino.

 

“Hice la primaria en el privado Santa María y la secundaria en el Normal Superior Estados Unidos del Brasil. Me gusta jugar al fútbol –soy fanático de Boca– y al rugby”, contó.

 

A los 19 años dejó Villa Cabello para ingresar a la Armada Argentina hacia fines de enero del 2005, “al principio entré porque quería independizarme y era una rápida salida laboral. Conocí la Armada por un tío de parte de mi mamá y aunque todos se entristecieron porque iba a estar lejos, me apoyaron en la decisión y hoy están orgullosos de mí”, dijo.

 

“Ahora que estoy en la Armada, pude valorar todos los aspectos de mi vida, principalmente la familia, y tuve la oportunidad de conocer el mundo cocinando a bordo de la fragata ARA ‘Libertad’; conocí la India y Malasia, entre otros países. Eso me gusta”, concluyó.

 

Por www.gacetamarinera.com.ar

 

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