Histórico: el derecho al matrimonio homosexual es ley en la Argentina

Tras más de 15 horas de un debate intenso, los senadores cambiaron el Código Civil. Lo hicieron por 33 votos a favor y 27 en contra. Hubo festejos. La Argentina es el primer país en América que establece esa ampliación en el derecho civil.

La Argentina se convirtió en el primer país latinoamericano en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, tras una prolongada sesión de 15 horas en el Senado que se definió en la madrugada de ayer con 33 sufragios a favor, 27 en contra, 3 abstenciones y 9 ausencias, entre ellos los principales referentes del justicialismo federal.

Las deliberaciones fueron cambiantes y hubo momentos de tensión, que incluyeron fuertes intercambios de acusaciones, chicanas y cuestiones de privilegio.

La compulsa final arrojó un resultado favorable a la iniciativa presentada por el socialismo en base al proyecto elaborado por la comunidad homosexual. La fuerza ganadora estuvo integrada por un conjunto transversal de 20 legisladores del Frente para la Victoria (FpV), dos de sus aliados, cinco radicales, incluidos el presidente del partido y jefe de la bancada, Ernesto Sanz y Gerardo Morales, respectivamente, y un conglomerado de seis parlamentarios de otros partidos.

La oposición vio menguada sus chances, después que se retiraron Carlos Reutemann, Adolfo Rodríguez Saá y Juan Carlos Romero, tras una votación inicial en la que el cuerpo rechazó el dictamen de mayoría que rechazaba el texto aprobado el 5 de junio por la Cámara de Diputados.

En las 15 horas de debate se produjeron numerosos momentos de tensión y sorpresa, en particular cuando tres oficialistas, que eran contados por el bloque como fuerza propia, anticiparon que votarían en contra del matrimonio y confesaban sus preferencias por la unión civil, y un cuarto que se abstendría de sufragar.

José Mayans (Formosa), Daniel Pérsico (San Luis) y Luis Viana (Misiones) anunciaron sus posiciones finales en los discursos que pronunciaron en el recinto, mientras Fabián Biancalani (Chaco) esperó que comenzara a hablar el último orador, el jefe de su bancada, Miguel Pichetto, pasadas las 3 de la madrugada, para interrumpir su exposición y advertir de su voluntad abstencionista.

Estos cambios de posiciones alimentaron nuevas expectativas, que habían nacido de la extrema paridad de fuerza que se manifestó desde que el texto llegó al Senado hace un mes y aumentaron en la sesión por las abstenciones anunciadas por otros dos legisladores que publicaron sus intenciones de respaldar la unión civil y en contra del matrimonio gay.

“Estamos discutiendo sobre el modelo de sociedad en el que queremos vivir”, insistía Daniel Filmus pasada la medianoche, y confesaba su convicción de que “todos queremos vivir en una sociedad más democrática, más igualitaria”. Las frases, con distintas modulaciones habían sido lanzadas en el recinto ya a lo largo de la tarde, mientras la banda de sonido de la calle daba cuenta del paso del tiempo.

A medida que el festival del Inadi llegaba a su fin el recinto se vaciaba.  Una vez más, y por al menos décima oportunidad desde el inicio de la sesión, los números habían cambiado. Una vez más, sin embargo, la balanza seguía inclinándose en favor de una nueva regulación matrimonial para Argentina.

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