Marielle Mazo, licenciada en Psicopedagogía da orientaciones para el tiempo libre y para la preparación previa a la vuelta al cole.La cantidad de tiempo libre que disponen los chicos y adolescentes hacen que muchas veces se aburran, la especialista sugiere la creatividad familiar con dibujos, tarjetas, manualidades y cocinar. También la realización de actividades físicas es algo ideal.
Quedan pocos días de vacaciones y los estudiantes deben prepararse para reiniciar la actividad escolar
¿Qué podemos hacer con los chicos en las vacaciones? Es una pregunta habitual, la respuesta no siempre es una larga lista de juegos para comprarles y lugares o espectáculos donde llevarlos. Suele producirse, en cuanto arrancan las vacaciones, una especie de vacío, y los primeros que no saben qué hacer con el tiempo de ocio son los padres. Así, casi sin darse cuenta, muchos de los adultos consienten los caprichos de los chicos, que con mucho tiempo y ninguna obligación sí saben cómo aprovechar el desconcierto de los adultos.
Marielle Mazo, licenciada en Psicopedagogía, explicó que al principio, y como la gran mayoría de los chicos están acostumbrados a una vida pautada, ellos eligen mirar televisión, jugar con los videos o invitar todos los días a un amigo a casa, para poder llenar esas horas que tienen libres. Hay que saber contenerlos, darles algunos permisos, pero también ponerles límites, De a poco, los chicos logran disfrutar de su casa, de su familia, de sus espacios, y hasta de aquellos juegos o juguetes que por falta de tiempo fueron olvidados durante el año.
Con la llegada del receso escolar, y a pesar de las múltiples actividades que los más chicos puedan tener a disposición, es común que se presenten situaciones repetidas de aburrimiento.
¿Cómo entretenerlos?
Es una gran interrogante de los adultos, dado que los niños disponen de mayor tiempo libre y es necesario organizarse para evitar que esta situación se vuelva un inconveniente para la familia. Además, la mayoría de las veces surge la exigencia de tener que entretenerlos, y en ocasiones con escaso presupuesto.
Con los chicos en casa, sería interesante lograr evitar estar vagando todo el día por la calle, de aquí para allá sin que esto traiga beneficio alguno, Aquí surge el principal desafío: presentar actividades al niño, actividades diferentes de los ya conocidos pasatiempos como los videos juegos, la computadora, el Messenger o la tele.
Aunque no todos los chicos pueden «entretenerse» con lo mismo, dado que la edad limita los alcances de cada acción para los mas chicos, se pueden sugerir la realización de dibujos o tarjetas, diseño de retratos, el desarrollo de investigaciones ya sea en el patio de la casa o en un lugar al aire libre. Desarmar objetos (un reloj, o un juguete viejo) para descubrir cómo funcionan las cosas, armando posibles hipótesis, re armar el objeto, entre otras cosas. También en la lista se incluye invitarlos a cocinar, pintar cajas, cocer, confeccionar ropa para muñecas, reciclar juguetes viejos o rotos, construcciones con retazos de tela, hilos, botones, elásticos, botellas y frascos. Otra actividad sería redactar historias y leerlas en familia.
De todas formas, la idea no es asfixiar al niño con actividades sino intercalarlas con sus rutinas o pasatiempos habituales. Dejarlos también estar sin hacer nada, es necesario. Debe haber momentos para el descanso, el reposo y el ocio.
«Ellos necesitan sentir que pueden estructurar su espacio en forma creativa y autónoma, y que cuentan con nuestro consentimiento y apoyo para lograrlo», sostuvo la profesional.
Una recomendación es establecer límites claros, una cantidad de horas, para que los niños utilicen las computadoras, la televisión, vean películas, se cuelguen en Internet o los videojuegos o cualquier otro. El segundo consejo es que los padres estimulen y organicen actividades al aire libre, que promuevan la actividad física.
Amnesia de verano
Se han encontrado diferencias en el efecto de las vacaciones de verano en diferentes áreas de habilidad. La pérdida durante el verano sería más importante para datos matemáticos y ortografía que para otras áreas. Los hallazgos en la psicología cognitiva sugieren que, sin práctica, los datos y las habilidades de procedimientos son los más susceptibles a ser olvidados.
También se pudo observar que la pérdida durante el verano era más pronunciada para las matemáticas en general que para la lectura. Los autores especularon con que las familias de los niños tal vez daban durante el verano más oportunidades para practicar las habilidades lectoras que las matemáticas. Pero en el caso de los niños de clase media, la diferencia a favor de la lectura fue mayor, ya que parece influir una disponibilidad mayor de libros y más oportunidades de leer.
Cuando uno de los hijos se lleva materias, esto obliga a replantear la agenda de toda la familia., no sirve castigarlos y dejarlos sin vacaciones todo el verano. Padres y chicos, necesitan un tiempo mínimo de descanso, cada familia verá si es un mes un par de semanas, para reponer fuerzas y despejar la mente.»
Ya más cerca del comienzo de clases, conviene retomar una cierta rutina y empezar a estudiar, ya sea solo o con profesora particular.
