La Vice consideró que la Justicia deberá determinar responsabilidades

La vicegobernadora Sandra Giménez oincidió en que será la Justicia la que diga si hubo negligencia de la organización. El presidente de la Asociación de Aguas Abiertas, se defiende de las acusaciones

Hugo Alfonso, presidente de la Asociación de Aguas Abiertas.

Hugo Alfonso, presidente de la Asociación de Aguas Abiertas.

Operativos. El ministro de Gobierno coordina la búsqueda con Prefectura y Policía.

Operativos. El ministro de Gobierno coordina la búsqueda con Prefectura y Policía.

La vicegobernadora Sandra Giménez consideró que la Justicia argentina, junto a la paraguaya, deberán determinar las responsabilidades por las seis muertes y dos desapariciones en el cruce del río Paraná, después de que se denunciaran gruesas fallas de seguridad y de organización. Giménez señaló que «todos nos debemos una explicación, nada debe quedar impune», aunque pidió ante todo «un profundo respecto a los familiares de las víctimas que aún permanecen desaparecidas».
«El juzgamiento a los responsables debe dirimirse en el ámbito judicial», dijo la funcionaria a cargo del Poder Ejecutivo, cuando asistió ayer a la presentación del curso de capacitación para los Cascos Blancos destinados a desempeñarse en tareas de catástrofes y emergencias.
De todos modos, la segunda mandataria evitó referirse a la causa abierta por la justicia del vecino país por el el fiscal de la Unidad Penal Nº 9, de Encarnación, Héctor Garay, quien adelantó que podría imputar por homicidio culposo a los organizadores de la competencia del cruce del río Paraná. El funcionario del ministerio público consideró que hubo serias falencias en la seguridad que debía prever la organización de la carrera.
El presidente del Consejo Provincial del Deporte, Dante Pigerl, también apuntó a la organización. «La responsabilidad de la realización del Torneo de Aguas Abiertas es de la entidad organizadora, siempre supeditado a la autorización de Prefectura. Pudieron haber pasado menores, pero depende de los organizadores», dijo ayer en una rueda de prensa.
Martín Lugo, el comandante del área naval de Itapúa, quien salvó la vida de Alberto Vera, también apuntó a Hugo Alfonso, presidente de la Asociación Mercosur de Aguas Abiertas. «Efectivamente, él es el resposanble de la competencia y seguramente de algunas cuestiones que tienen que ver con la tragedia», advirtió.
De todos modos, opinó que «la vida de cada nadador que decide lanzarse a este tipo de competencias está en sí mismo». Además consideró que la prueba podía realizarse, ya que «el 80 por ciento de los competidores llegó a destino y eso dice que podía realizarse».
Alfonso, por su parte, deslizó en declaraciones a varios medios que la tragedia se desató porque «los nadadores buscaban ventaja deportiva en la corredera del río que los llevó derecho a la barcaza».
En diálogo con radio Nación sostuvo que el accidente se dio porque «hubo errores de nadadores, de la organización y de la armada paraguaya. Si Prefectura te autoriza a largar la carrera es porque el agua está en condiciones, pero no sabíamos que en cinco minutos de la largada viene un viento y se te arma el quilombo».
El directivo aseguró que «quise suspender la carrera el martes, pero estaban todas las condiciones dadas, a mi Prefectura me dijo que largue y eran los indicados para decirme que si o que no. Hice el cruce en piragüa, las barcazas no me succionaron y las condiciones se prestaban». En cuanto a la seguridad de los nadadores, indicó que «hice todo de la forma más legal posible, permisos de ambos lados, Migraciones, con seguro, autorización de padres, en cuanto a la seguridad había nueve guardavidas y tres lanchas de seguridad, lo que pasó fue una desgracia», expresó.
Sin embargo, las declaraciones de los deportistas y los familiares señalan otra cosa. «Me dicen que Tyson -el apodo de Alfonso- se oponía a la largada y eso es mentira porque estábamos haciendo chistes antes de largar, antes era todo normal», dijo un nadador ayer.
«No dejaron ni calentar a los chicos, los apuraron a todos, siempre se calienta una hora, el sábado apenas diez minutos y se largó», agregó el deportista que prefirió resguardar su nombre.
La nadadora Micaela Moniec también reveló que no se cumplió con el reglamento del circuito Misionense de Aguas Abiertas, ya que «no controló si las piraguas tenían salvavidas»
La nadadora del club OTC, afirmó que «nadie le pidió la documentación antes de la largada» pese a que es menor de edad. El reglamento señala que en el caso de competencias internacionales, se debe cumplir con el régimen vigente para la salida del país, y los menores de 21 años deben ir acompañados con documentos y autorización de los padres ante Escribano o Juzgado de Paz. Algo que ni siquiera se revisó.

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