Falleció Seba (SEBITA, para los amigos)

Carta abierta de los familiares Se iniciaron los preparativos para el cruce del Paraná – cruce Nº 80-.Los competidores partieron en la lancha que los llevó a las orillas paraguayas, felices de estar haciendo lo que les gustaba. Un nuevo desafío. Principalmente, desafíos contra ellos mismos. Esa era la competencia.

Cuando partió la lancha que llevaba a los nadadores, ya habían partido las piraguas que acompañarían a los mismos. Había viento y se veían nubes en el horizonte que podían tomarse como presagio de tormenta.

Los palistas aseguraron a las piraguas todas las pertenencias (termos de agua, salvavidas adicionales, mochilas, etc.). Algunos salieron sin colocarse los chalecos reglamentarios, posiblemente porque no estimaron que correrían algún riesgo. Las autoridades no les exigían que se los coloquen- soy testigo-. El río estaba picado y yo dije: «A Seba no le gusta nadar así porque le hace tomar agua» y pensé que tal vez se suspenda o postergue la largada, como opinaron otros padres. Seba tenía 19 años y la experiencia de varios cruces realizados y de otras competencias largas en aguas abiertas, además de haber participado en competencias de triatlón y ciclismo. En diciembre pasado fue pedaleando hasta Iratí, Corrientes, participando en la peregrinación anual. Era resistente y estaba preparado.

Se notaba en los organizadores cierta prisa. Querían que se hagan todos los preparativos rápido porque se sabía que el tiempo podía cambiar. Especialmente la persona a la que llamaban «TAISON». ¿Será porque era el cruce numero 80 y quería figurar en las noticias? (¿O había algo que cobrar?) (¿Algún rédito político?).

Además de las piraguas, había pocas embarcaciones de apoyo, en las que estaban camarógrafos y periodistas, y no tenían mucha capacidad para efectuar un salvataje.

Las piraguas – yo tengo una y salí a remar muchas veces, a veces solo- son muy inestables y un poco de viento las hacen difíciles de dominar y difíciles de dirigir. El viento manda y el oleaje hace que se comiencen a inundar, obligando al (los) palista (s) a ocuparse del desagote de la embarcación, desatendiendo al nadador, que espera su apoyo. Son prácticamente inútiles para socorrer a los nadadores, salvo casos en que se hayan entrenado previamente, practicando reiteradamente para saber qué posición adoptar para que alguien que está en el agua se embarque sin provocar una vuelta de campana.

Cuando hay viento, pueden ser (y lo son) un problema aún mas grave que el no apoyo al nadador. Muchos palistas no saben nadar. La piragua NO ES la embarcación adecuada para apoyar a un nadador.

Tal vez algún profesor de Ed. Física u otro no estén de acuerdo, pero mi experiencia- y no tengo poca – me permite avisarles que es así, y peor aún con las condiciones actuales del río embalsado.

Cualquier brisa hace que se produzca un oleaje muy peligroso que hace incómoda la natación y la navegación de embarcaciones no adecuadas. La piragua no es la embarcación adecuada (reitero).

Las autoridades de Prefectura lo saben. Y si no lo saben que aprendan. El río no es el mismo que antes de Yacyretá. Y peor aún en el nivel en que se encuentra.

Por otra parte, si la competencia estuvo programada con anterioridad, ¿por qué las autoridades de los dos países no coordinaron en forma conjunta el control de la misma? Se hubieran evitado las cuestiones como: que las embarcaciones de Argentina no pueden navegar en aguas paraguayas – o viceversa -, interviniendo todas las disponibles en el salvataje.

Por lo que se pudo ver, la coordinación se hizo recién después de que ocurriera el… ¿accidente? (yo lo llamaría falta de previsión). Recién después de los acontecimientos y pasado un tiempo muy valioso, pudo coordinarse algo, estimo que con la intervención de autoridades provinciales. Pocos o ningún socorrista estaba aguas abajo de las barcazas, y pudo ser que algunos de los que se ahogó haya necesitado ayuda-.

Cuando el Sr. Jefe de Prefectura nos llamó para avisarnos que habían encontrado el cuerpo de Sebastián, nos mostró un diario con fotos de un río «planchado» al momento de la partida de los nadadores del lado paraguayo. Estimo que esa foto no era de ese momento. Es como si le hubieran fabricado un diario a la medida de su conveniencia.

Además, dicho Sr. Jefe, ante una consulta de mi esposa, en ese momento, con total falta de delicadeza, le informó que ellos se limitaron a cumplir con sus funciones, poniendo el cadáver en una bolsa, entregándolo a las autoridades policiales, sin considerar en ningún momento que estaba tratando con la madre del fallecido y que podría herirla aún más de lo que ya estaba, con expresiones tan chocantes.

Yo estuve despidiendo a mi hijo cuando salió en la lancha y estoy seguro de que había oleaje en el lado argentino y estimé que sería igual en el lado paraguayo.

No sé como evalúa Prefectura las condiciones del río, pero con cualquier foto no creo que pueda hacerlo.

Después que se fueron los nadadores de Posadas, me fui al Club del IPSeguro, a esperar la llegada. El río no mejoraba, y el viento se hizo más intenso. Después de las 10 hs. era bastante fuerte. Todos los que esperábamos, pensamos que no se largaría. Cuando divisamos después de un rato las primeras embarcaciones de apoyo, supimos que SÍ, se había largado. Pero cuando llegaban, la mayoría lo hacía con su nadador a bordo. Algunos nadadores nadando y otros sin sus acompañantes. Fue en ese momento en que nos empezamos a enterar de lo que había ocurrido en la largada. Esperamos hasta el último que llegó, en ese punto. Luego nos dirigimos al puerto, donde seguimos esperando y donde se iban escuchando distintas versiones sobre el paradero de los que faltaban, hasta que tuvimos que suponer que Seba estaba «desaparecido».

Quiero decirles a las autoridades que controlaron el evento y a los organizadores… ¿responsables?… que si hubieran querido, podrían haber realizado un sencillo cálculo de probabilidades que tal vez hubiera evitado la tragedia. Solamente tendrían que haber considerado la velocidad de la corriente debajo(o al costado) de las barcazas fondeadas, la velocidad del nadador más lento, la distancia que hay desde las barcazas hasta la costa paraguaya, medida sobre una carta (mapa) a escala, del río en ese lugar, y la ruta probable de los nadadores, trazada sobre esa misma carta. Con la sencilla fórmula física: Velocidad = Espacio/Tiempo, podrían calcular el tiempo que tardaría el nadador en llegar a la línea imaginaria de la corriente que pasa debajo de las barcazas. Y luego, con la velocidad de la corriente de ese lugar, verificar si ese tiempo le alcanzaría para superarlas, pudiéndose adoptar un margen de seguridad grande. El viento que se levantó, tal vez pudo afectar la velocidad de los nadadores, pero la corriente siempre existió y aún existe, lo que se puede corroborar. La dificultad para nadar, debida al viento, se puede contemplar en el margen de seguridad.

Creo que ni los que organizaron la competencia, ni las autoridades que debían controlarla, estaban capacitados o no contaban con los medios para hacerlo, ni tomaron los mínimos recaudos como para prevenir un accidente, ni para actuar convenientemente en caso de que ocurriera. (Faltó una evaluación del estado del río, faltaron embarcaciones adecuadas, faltó combustible, faltó una evaluación meteorológica, etc.).

Si no, ¿cómo se explica que nadie pudo advertir sobre el riesgo que significaban las barcazas ancladas a poca distancia del recorrido probable de los nadadores? Si se hubiera evaluado dicho riesgo, podría haberse indicado la conveniencia de pasar aguas abajo de las mismas para luego enfilar a costa argentina; o enfilar apurando en forma paralela al puente internacional, hasta superar el canal. NO HUBO NINGUNA INDICACION NI ADVERTENCIA. O más, ¿no hubiera sido conveniente poner una valla flotante que indique el camino a seguir para evitar las barcazas?

Creo que esta tragedia pudo haberse evitado si cada uno de los que actuó lo hubiera hecho como correspondía, teniendo en cuenta que los nadadores se lanzaron al agua confiando totalmente en que todo estaba bien hecho. El mismo sábado 16 de enero hubiéramos festejado el cruce Nº 80 con alegría y hoy estaríamos realizando nuestras tareas habituales, satisfechos (o no) con lo que pudimos haber logrado.

Soy el papá de Sebastián Enrique Ruzecki. Creo que aún me queda más por decir, pero en este momento no lo tengo en mente. Lo único, y lo más importante, es: Que la irresponsabilidad de unos pocos, hizo que se truncaran varias vidas, de deportistas sanos en todo sentido, que con mucho sacrificio habían logrado lo que eran y /o tenían un gran futuro por delante. Sebastián terminó sus estudios secundarios el año pasado, y pensaba ingresar a la universidad para estudiar medicina. Tuvo problemas desde muy pequeño, por haber nacido con acondroplasia. Empezó con elongaciones de huesos a los cuatro años, y la natación era parte de su terapia, junto con gimnasia dirigida. Iba muy bien en su tratamiento. En competencias de aguas abiertas, si bien nunca llegó primero, tampoco lo hizo en último lugar, a pesar de sus dificultades. En los últimos eventos su principal competidor era el profesor Seró, con el que acordaban llegar juntos.

Por todo lo expresado, creo que los que se dicen autoridades o árbitros de aguas abiertas de Misiones deben dejar sus puestos a personas más capacitadas, en todo sentido. Ningún nadador debería confiar en ellos. Si lo hacen, el riesgo de vida que corren es muy grande.

No me queda más que agradecer a todos los que colaboraron en la búsqueda y rescate, a la Policía de Misiones, a los que nos armaron las carpas para que tengamos sombra o protección contra la lluvia, a todos los que nos dieron su apoyo cuando estábamos esperando, a los que colaboraron con el combustible, en fin a todos los que de una manera u otra estuvieron con nosotros,¡ MUCHAS GRACIAS! en nombre mío y de ANA MARIA STEFAÑUK – su mamá , mi esposa -.


POSADAS, 21 de enero de 2010.-

ENRIQUE FRANCISCO RUZECKI

L:E: 7.587.801

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