Alfredo Espíndola, representante de Misiones, fue aplastado por un caballo cuando estaba por iniciar su actuación. Sufrió lesiones en la cabeza y el tórax. Quería ofrecerle la primera doma a su hijo que cumplía un año. Anoche fue recibido por jinetes misioneros que lo despidieron con aplausos.
Inesperado. En 45 años del festival, nunca había fallecido un jinete.
Homenajes. Los jinetes suspendieron la doma de ayer en honor al misionero.
Córdoba y Posadas. Incredulidad. En 45 años no había sucedido un hecho que lamentar. Y le tocó a un misionero, que hacía su debut en el festival de Jesús María: el miércoles a la noche, apenas estaba por iniciar su doma cuando el caballo se encabritó y lo aplastó. Murió minutos después en el hospital.
Alfredo Espíndola había suplantado a un compañero porque quería ofrendarle su primera monta en la cancha cordobesa a su hijo, quien ese mismo día cumplía un año. Era de Colonia Fracrán.
El médico del festival, Eduardo López, contó que el jinete falleció por un traumatismo de cráneo múltiple, el que le provocó una profusa pérdida de sangre por boca, nariz y oídos. «El jinete cae y hace una rodada con el caballo, por la gravedad de las lesiones lo entubaron en el mismo campo de doma pero al llegar a la clínica sufrió un paro del que no salió», detalló consternado.
Luego de ser asistido de urgencia en pleno campo, con espectadores y compañeros de jineteada como horrorizados testigos, fue trasladado a una clínica local. Poco después, llegó la confirmación de su muerte. Un gaucho de Neuquén se animó a ponerle voz al anuncio, en medio del shock de locutores y autoridades del festival. Automáticamente, el público, en señal de duelo, abandonó el estadio y se suspendió toda la actividad, que se reanudó anoche, pero sin jineteadas. En cambio, las Banderas del Festival se izarán a media asta, hasta que finalice el Campeonato de Jineteada.
Además, se vestirá de luto el palenque número uno y se realizará una oración en el lugar donde se produjo el accidente.
También está previsto la colocación de una Placa de Homenaje en el Monumento al Jinete ubicado en el ingreso a Jesús María en la que figuran los nombres de los campeones de las 44 ediciones anteriores.
Por su parte, el padre del jinete fallecido, Juan Espíndola dijo que su hijo estaba «orgulloso» de participar del festival y que su «sueño era fallecer jineteando», por lo que pidió que no se suspenda el campeonato.
Anoche sus restos fueron escoltados por gauchos misioneros desde la Rotonda hasta La Garita de Posadas, que decidieron despedirlo «con honores». Además, advirtieron que pedirán a la organización del festival de Jesús María que asista a la familia del jinete misionero y podrían iniciar acciones legales, si se comprueba que hubo una «falla humana», como indicó el presidente de la federación gaucha de Misiones, Jorge Antonio Benítez, quien estuvo en el momento de la tragedia.
Desde las 20 los tradicionalistas misioneros esperaron al jinete y lo despidieron con un cerrado aplauso.
Una posible falla humana
