Las complicaciones funcionales de las várices pueden producir embolias pulmonares, úlceras y limitar la movilidad de las personas que padecen la afección. Existen dos grupos de pacientes, los que padecen afecciones funcionales de las venas y el otro que presenta várices estéticas. Hay tratamientos con láser y convencionales con inyecciones.
Héctor Galian Especialista en flebología y cirujano vascular MP 1050. Sanatorio Boratti
Los trastornos funcionales de las venas pueden limitar la movilidad de los afectados
El tratamiento precoz de los problemas de flebología pueden tener soluciones pero la evolución sin atención médica puede ocasionar trastornos graves como la embolia pulmonar tras una cirugía ocasionada por la cronicidad de una tromboflebitis profunda o la pérdida de la movilidad por los dolores o por la sensibilidad de la piel y el riesgo de hemorragias.
Héctor Galian, médico especialista en flebología y cirujano vascular explicó que existen dos grupos de pacientes que acuden a los consultorios por trastornos de las venas, el primero acude por problemas varicosos funcionales que son los que provocan trastornos importantes, dentro de este grupo están los que tienen úlceras, que son procesos muy crónicos de muchos años de evolución, y que en algunos casos ya no tienen solución por los daños ocasionados y el tiempo transcurrido.
Y el otro grupo lo integran mujeres jóvenes con problemas varicosos de índole estético.
Para problemas de estética, el especialista dijo que las alternativas de tratamiento «si son pequeñas várices llamadas varículas en la piel se puede realizar un tratamiento con inyecciones esclerosantes o láser transdérmico».
En cambio, para los trastornos funcionales, Galian indicó que «son pacientes a los que se les ve las várices en las piernas, como si fueran una bolsita de lombrices y en general el tratamiento requiere cirugía».
Entre los procedimientos disponibles el especialista dijo que se utiliza el láser para la resección de la vena o para la anulación de la misma.
En el grupo de pacientes que corren el riesgo de evolucionar a una úlcera, el médico advirtió que «a veces no presentan tantas várices pero sí notan un cambio en la coloración en la piel a la altura del tobillo».
Agregó que «La piel se pone más oscura, se vuelve delicada que con un pequeño golpe, lesión o raspón se forma una úlcera».
Galian explicó que como «La piel está muy enferma entonces no reacciona como una piel normal ante un traumatismo»
Aclaró que en esa evolución de la úlcera hay algunas que son superficiales y otras que son muy profundas que incluso comprometen el hueso y el sistema linfático».
En estos últimos casos el especialista en flebología sostuvo que «para el paciente significa un trastorno severo porque los incapacita».
En cuanto a las edades de los pacientes, el médico señaló que «Los trastornos funcionales afectan a personas mayores 40 a 60 años pero que ya tienen antecedentes de tratamientos y consultas anteriores, llegan con muchos años de evolución, y son pacientes que han concurrido a otros especialistas pero que interrumpen el tratamiento».
El sol y el calor favorecen la aparición de várices
Generalmente los pacientes acuden al flebólogo en verano, pero los tratamientos están indicados para el invierno, porque el calor y los rayos del sol están contraindicados para las várices, según explicó Héctor Galian, especialista en felbología y cirujano vascular del sanatorio Boratti de Posadas.
El médico explicó que uno de los tratamientos para tratar el problema de las várices consiste en la aplicación de inyecciones que son de efecto más rápido, y que en 15 días muestran mejoras, pero el inconveniente que tienen es que hay que usar después una venda elástica y en forma permanente hasta que el paciente esté dado de alta, pero para nuestro clima es un tratamiento engorroso».
Agregó que «En verano no se pueden hacer, el paciente no tolera la venda elástica, le salen salpullidos por el calor, son tratamientos que se recomiendan realizarlos en invierno».
Galian dijo que el otro tratamiento es el láser transdérmico que se realiza una pequeña aplicación en las venas del muslo no de la pierna, porque en el muslo no se puede aplicar una venda, pero advirtió que lleva más tiempo y se hacen aplicaciones por mes y depende de la cantidad de várices que tenga el paciente.
