Consejos para dejar el cigarrillo

Según el Ministerio de Salud de Misiones, algunas sugerencias que los profesionales recomiendan son: buscar un motivo y fijar una fecha; apagar el último cigarrillo y no prender otro. Bajar el consumo de a poco no es efectivo; tirar todos los cigarrillos, ceniceros y encendedores que se halla en la vivienda y en el lugar de trabajo; identificar y evitar las situaciones que llevan a fumar; calcular cuánto se gasta en cigarrillos y pensar todo lo que se podría hacer con ese dinero o hacer actividades que den placer y distracción.

Otro factor fundamental es pensar en términos de salud. Poder encontrar uno o varios motivos personales ayuda a tomar la decisión. Esta debe estar basada en los beneficios de dejar de fumar, no en los daños que ocasiona el cigarrillo. La mayor parte de los fumadores conoce los riesgos y, sin embargo no deja. El temor como motivación no es útil.

¿Entonces por qué decirle chau al pucho?

Simplemente porque a los 20 minutos se normaliza la presión arterial, lo mismo que la frecuencia cardiaca y la temperatura de pies y manos. Porque pasadas las ocho horas aumenta la cantidad de oxígeno que llega a los pulmones y a las 24 disminuye el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o muerte súbita. Y como si todo esto fuera poco: a las 48 mejoran los sentidos del gusto y del olfato.
Además con el paso del tiempo los beneficios aumentan. Al mes, crece la capacidad física. A los 90 días mejora la circulación, el funcionamiento de los pulmones y se reduce el catarro y las molestias de garganta.

Pero sin duda, la gran diferencia se mide pasado uno, cinco y diez años. Cuando se reduce un 50 por ciento el riesgo de infarto (al año), se reduce un 50 por ciento el riesgo de cáncer de pulmón (cinco años) y la posibilidad de tener cáncer de pulmón es la misma que la de un no fumador (pasados 10 años).

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