Nuestro «laboratorio interior»

Alicia Orfila dicta talleres de bienestar en Posadas. En una nota habla del «Laboratorio interior», basado en el libro «Laboratorio del alma», de Stella Maris Maruso.

Alifia Orfila resume de la siguiente manera nuestro «laboratorio interior»: «Todos disponemos de un potencial bioquímico para crear salud y está en nuestras manos actualizarlo. Podemos hacerlo por conciencia en vez de aprender por sufrimiento (cuando ya está instalada una enfermedad).La mente puede colaborar en el mantenimiento y en la recuperación de la salud. Llamamos «mente» al resultado del funcionamiento del cerebro: los pensamientos, las creencias, las ideas y las emociones que resultan de actividades eléctricas y químicas generadas por las células nerviosas. De modo que si cambiamos nuestros pensamientos, podemos cambiar nuestro cerebro. Y al hacerlo, influiremos también en nuestra biología.Cuando una persona se enferma, su activa participación en el proceso de tratamiento y curación es un recurso vital para la recuperación de su salud porque puede activar su laboratorio interno, a fin de reforzar la respuesta curativa del organismo. La mente influye sobre la inmunidad».

Farmacia de la felicidad
La mente, las ideas y las emociones afectan mucho más de lo que se creía a nuestra salud, pero el ser humano es su propio productor de drogas, tiene su «laboratorio» disponible. Todo cuanto sentimos y pensamos es el resultado de complejos procesos neurobioquímicos, cada vez que tenemos un pensamiento ó una emoción, se liberan hormonas que de alguna manera envían un mensaje al sistema inmunológico, y así hay un constante intercambio de información entre el cerebro y el sistema inmunitario. Hoy, podemos tener una salud conciente, manteniendo en buen estado nuestro laboratorio interno realizando diferentes prácticas que activan los procesos naturales de curación de nuestro organismo: la relajación, la meditación, la visualización creativa son algunas herramientas con las que contamos para ello. La relajación por ejemplo reduce la velocidad del metabolismo, disminuye la presión sanguínea, el ritmo respiratorio y el cardíaco, lentifica la emisión de ondas cerebrales y genera sustancias químicas o drogas endógenas como consecuencia de la disminución de la actividad del sistema nervioso simpático y del aumento de la actividad del sistema nervioso parasimpático. La práctica habitual de técnicas basadas en la relajación y en la visualización refuerza el sistema inmunológico. La meditación (cualquiera sea el método que se utilice) aporta mayor lucidez mental, capacidad de concentración y nos da la posibilidad de acceder a niveles más profundos de la mente, para modificar viejos patrones de pensamientos, si deseamos.Podemos entonces generar nuestras propias drogas endógenas a través de la utilización de estas técnicas que activan el buen funcionamiento de la interacción de nuestro cuerpo-mente y producir así nuestros propios medicamentos para gozar de buena salud integral.
Esta nota está basada en el libro LABORATORIO DEL ALMA de Stella Maris Maruso Ediciones B.

«Nada ocurre en nuestra vida – nada- sin que primero haya sido un pensamiento. Los pensamientos son como imanes, atraen sus efectos sobre uno. Creen entonces los pensamientos que deseen manifestar…» , de «Conversaciones con Dios», autor: Neale Donald Walsch.
Alicia Orfila
www.fonart.com.ar

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