Alertan sobre los efectos del calor a las embarazadas y los niños

Frente a la ola de calor que azota la provincia, el Ministerio de Salud Pública formuló una serie de recomendaciones a la población para evitar los trastornos físicos a causa de las altas temperaturas, fundamentalmente a la población más vulnerable, embarazadas, lactantes y niños.

Las recomendaciones más importantes tienen que ver con ingerir líquidos aunque no se tenga sed con el fin de reponer la pérdida por la sudoración elevada y se aconseja además evitar los paseos en las horas de mucho calor. Si se puede, hay que evitar también las actividades en el exterior en las horas centrales del día, sobre todo, si son intensas.

Si tiene que hacer actividades en el exterior durante las horas de calor no olvide descansar, protegerse del sol y refrescarse (beba líquidos, refrésquese la cabeza, utilice un abanico).

Cuidado con el sol y el calor para las embarazadas
Si estás embarazada, podes tomar sol, pasear, hacer actividades acuáticas pero siempre atendiendo a las indicaciones de tu medico obstetra.
El sol: Si estás embarazada, podes tomar sol pero cuidando de hacerlo alejada del mediodía (de 10 a 16), usando un protector solar apropiado a tu piel, en un lugar aireado y bebiendo líquidos frescos en abundancia.
Usar un protector solar apropiado te ayudará a prevenir las manchas que suelen aparecer en rostro y vientre debido a la mayor pigmentación.
Alimentación: Se debe mantener una alimentación balanceada, saludable, rica en frutas y verduras frescas. Debes tener precaución con las comidas rápidas de las playas y siempre fijarse que respeten mínimas normas de higiene.
El calor no sólo te puede bajar la presión, también te puede dar un sofocón o aumentar la pesadez de tus piernas.
¿Por qué debo cuidarme del calor?
Durante el embarazo, se esta más proclive al famoso golpe de calor. Los síntomas de un golpe de calor son el cansancio o sueño, falta de aire, taquicardia o palpitaciones (el corazón va más rápido de lo habitual), y un desgano poco habitual. Esto se debe a la baja presión arterial.
Si te sentís sofocada, además de buscar ayuda, se debe mantener la calma y respirar profundamente. Para las piernas, lo mejor es descansar con ellas elevadas, hacer ejercicios de rotación y darte masajes.
Los viajes: Se puede viajar a menos que se trate de un embarazo de riesgo o que el destino que elijas sea muy hostil o propicio para contraer enfermedades. En cualquier caso, hay que comentar al obstetra.
Si estás en el primer trimestre, es conveniente no hacer travesías agotadoras.
Si vas a viajar en auto, podes parar cada dos horas para que camines y estires las piernas. No olvides que también la embarazada debe usar cinturón de seguridad.
Si viajas en colectivo, deberás aprovechar las paradas y recordar llevarte una botellita con agua. El viaje en avión no ofrece mayores complicaciones, a menos que hayas entrado al séptimo mes de gestación (porque no te permitirán volar)
También no olvides de cuidarte de los mosquitos.
En cualquier caso se deberá consultar con el obstetra o médico de cabecera, que sabrá asesorarte de acuerdo a tu caso particular.
Cuidados de los niños:
Los chicos son más vulnerables a la temperatura. Los juegos y el movimiento bajo el sol aumentan el riesgo de deshidratación.
El niño comienza a sudar al alcanzar temperaturas más altas que un adulto joven, y a cualquier nivel de ejercicio produce mayor calor metabólico por kilo de peso. Su corazón bombea menos sangre.
La deshidratación provoca una disminución de la capacidad de termorregulación corporal, de capacidad del esfuerzo físico y de la fuerza muscular. También hace que disminuya la sudoración y agota el glucógeno muscular, que sirve para proporcionar energía al cuerpo.
La propia circulación sanguínea se vuelve más inestable, y se ha comprobado que hay un efecto acumulativo de la pérdida de líquido en el rendimiento deportivo, que no siempre logra compensarse en el corto plazo.
Los chicos con problemas de obesidad tienen mayor riesgo de sufrir deshidratación. Se debe estar atento a los efectos secundarios de medicamentos.
Hidratación y alimentación.
Los dos aspectos preventivos fundamentales para evitar el golpe de calor son la hidratación y la alimentación. Cuando hace mucho calor, es necesario tomar agua o jugos naturales en forma frecuente, aun sin esperar a tener sed. A los niños hay que dárselos sin que los pidan.
También es necesario que la comida tenga un poco más de sal, porque eso incrementa la presión arterial.
No conviene comer comidas calientes o con muchas grasas. Pero, cuidado, porque las bebidas muy frías pueden dar dolor de estómago. El mediodía, decididamente, no es el mejor horario para la actividad física al aire libre los días de más calor. Y siempre se debe evitar el sol.
Por otra parte los jóvenes y adolescentes deben saber que las bebidas alcohólicas aumentan la temperatura corporal y con ello las pérdidas de líquido.
Medidas preventivas:
• Ingerir más líquidos independientemente del tipo de actividad, sin esperar estar sediento.
• Evitar bebidas cafeinadas, alcohólicas o muy azucaradas.
• No exponerse al sol demasiado tiempo o en horarios en que los rayos solares llegan más verticalmente.
• Tener habitaciones ventiladas.
• De ser posible, permanecer en locales con aire acondicionado.
• Reducir la actividad física cuando el calor es excesivo o en locales cerrados. Ingerir al menos dos vasos de líquido por hora en estas circunstancias.
• Descansar con frecuencia a la sombra.
• Usar ropa ligera, holgada y de colores claros.
• No permanecer en el interior de vehículos estacionados al sol o cerrados.
• Tener especial cuidado con niños menores de 4 años
• Agotamiento por calor: Si los síntomas son muy severos o la persona sufre de alguna enfermedad, solicite ayuda médica lo antes posible
¿Qué trastornos se producen?
Una de las principales causas de enfermedades causadas por el calor es la deshidratación. La cantidad de agua necesaria para reponer los líquidos que pierde el cuerpo varía de persona a persona y depende de la temperatura, humedad y del tipo de trabajo. Es importante conocer los síntomas que se producen, pues no siempre la sed es un aviso temprano de estos trastornos.
Las enfermedades y sus síntomas pueden ser:
• Agotamiento por calor. Se produce sudoración excesiva, palidez, calambres musculares, sensación de agotamiento, mareos o dolores de cabeza, sensación de nausea o vómito y puede producirse el desmayo.
• Golpe de calor. Puede llegar a ser muy grave y es necesaria siempre la asistencia médica. Temperatura corporal superior a los 39°C, piel roja, caliente y usualmente seca, fuerte dolor de cabeza y/o mareos, dolor de estómago, estado de confusión o pérdida de conciencia.


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