Los tres acusados, de izquierda a derecha Ariel Gustavo Aranda Alvarenga, Manuel Jaime y Oscar Ramón Castel.
El joven fue asesinado de 31 puñaladas y, según los especialistas, fueron aplicadas a la víctima en un «corto tiempo». El homicido ocurrió el 25 de noviembre de 2002, en la calle Francia casi Tomás Guido, de Posadas.
Los tres acusados, de izquierda a derecha Ariel Gustavo Aranda Alvarenga, Manuel Jaime y Oscar Ramón Castel.
Luego de más de seis años, los imputados por el brutal homicidio de Pablo Fraire, ocurrido el 25 de noviembre de 2002, se sentaron en el banquillo de los acusados.
Ayer comenzó el juicio oral y público por el homicidio en el Tribunal Penal conformado por los camaristas Marcela Leiva, Fernando Verón y Horacio Gallardo , que juzga a Ramón Oscar Castel, alias «Poli», de 35 años, y Gustavo Gabriel Alvarenga Aranda, de 32 años, por homicidio calificado; en tanto que Manuel Alejandro Jaime está imputado por el delito de robo calificado.
El cuarto imputado en el caso, Gabriel Leal, permanece prófugo, y estaría viviendo en España.
Luego de la lectura del expediente, el defensor de Ramón Oscar Castel, el abogado Ricardo Salvador, solicitó la recusación de los camaristas ya que consideró que «no obedecen a los principios básicos de la Constitución Nacional», porque «no son jueces naturales», haciendo alusión a que éstos provienen de juzgados de Instrucción y de Correccional de Menores, respectivamente.
Además manifestó que la jueza Marcela Leiva había tenido participación como secretaria en la instancia de Instrucción del caso. En tanto que el magistrado Horacio Gallardo fue el que tramitó el exhorto que trasladó a Ramón Oscar Castel de Berazategui, provincia de Buenos Aires, a Misiones.
Al pedido se adhirieron también los defensores de Manuel Alejandro Jaime y Gustavo Aranda Alvarenga.
Sin embargo el Tribunal rechazó el planteo de recusación considerándolo «extemporáneo», ya que los jueces fueron designados en septiembre del año pasado.
En la primera jornada prestaron testimonio el perito Marcelo Javier Martínez; el médico policial Rogelio Cantero; el licenciado en Criminalística, Orlando Martín Duarte; la bioquímica Edith González, y los médicos forenses Manuel Acosta y Mónica Palacio.
Los médicos aseguraron que Pablo Fraire fue asesinado por más de dos personas porque las 31 puñaladas fueron realizadas «en corto tiempo».
Se abstuvieron
Los tres imputados en el hecho se abtuvieron a declarar en la primera jornada del debate, aunque manifestaron que lo harán al finalizar las audiencias. Sin embargo se leyeron las declaraciones realizadas anteriormente.
Castel, en 2003, en su declaración manifestó que desconocía totalmente el hecho y que quería ayudar a la Justicia. Aseguró que nunca conoció a Pablo Fraire. Además manifestó que el 25 de noviembre estuvo con su padre y un vecino y luego se enteró por los medios del homicidio.
Así también denunció malos tratos sufridos en su traslado de Berazategui a Misiones, donde dijo haber recibió golpes y haber sido torturado por los policías.
Por su parte, Manuel Jaime aseguró que el día del homicidio estuvo en su casa festejando el cumpleaño del hijo de su concubina.
El imputado alegó que se enteró del caso por los medios y también denucnió malos tratos de los policías cuando lo detuvieron.
En tanto, Gustavo Aranda Alvarenga en una primera declaración dijo que no sabía nada sobre el caso. Pero días después se presentó a la comisaría y rectificó su declaración, manifestando que fue amenazado.
En ese momento dijo que el día del homicidio llevó a Gabriel Aranda y un muchacho apodado «Víbora» hasta Francia y Tomás Guido, donde los aguardó en el auto. Aseguró que diez minutos después llegó Aranda corriendo con manchas de sangre y le había dicho que se había peleado a golpes de puño.
Fue asesinado de 31 puñaladas
El homicidio de Pablo Fraire ocurrió el 25 de noviembre de 2002 alrededor de las 20:30, luego de que el joven saliera del local de ventas de aberturas de alumnio de su tío, donde trabajaba.
El joven utilizó la camioneta Peugeot 504 roja, dominio CBO-262, propiedad del local comercial, para encontrarse con unos «compinches» que le ofrecían artefactos a la venta a precios bajísimos, entre ellos un televisor, una computadora, una motocicleta e incluso un auto.
Al llegar al punto de encuentro acordado el joven fue atacado por los supuestos vendedores que le asestaron 31 puñaladas que terminaron con su vida.
Según los médicos que realizaron la autopsia al cuerpo de Pablo Fraire manifestaron en la primera jornada del debate que presentaba 31 puñaladas y que la víctima presentó «mucha resitencia».
Además los médicos forenses Manuel Acosta y Mónica Palacio manifestaron que la víctima presentaba lesiones en el cuello que coincidirían con una soga tipo suncho secuestrada en el lugar del homicidio.
Además la doctora Palacio dijo que cree que fueron más de dos personas porque la marca de la soga en el cuello no se presentaba en la parte de atrás, es decir «que no fue atada, sino sujetada por otra persona desde atrás».
