Después de 30 años de espera llegó la energía eléctrica a picada Maderil

Emsa finalizó el tendido completo de la línea troncal de picada Maderil, una colonia de agricultores ubicada en el kilómetro 1268 de San Vicente, cumpliendo con el reclamo de más de 150 familias de colonos.

Los directivos del área de Electrificación Rural y el jefe de distrito de San Vicente tuvieron una última reunión con los habitantes del lugar para ponerlos al tanto de la finalización de la etapa más importante de la obra y determinar los pasos a seguir para montar los ramales de media y baja tensión. Se acordó que las 150 familias, que integran un Consorcio formado al efecto, se agruparán teniendo en cuenta la cercanía con sus vecinos, para organizar rápidamente los trabajos futuros que concretarán la llegada de la energía a cada casa.

El jefe de Distrito Ricardo Rivero señaló que «es una obra muy importante y muy esperada por la gente, hace mas de 25 años que estaban solicitando esta línea y ahora este gobierno esta llegando con la respuesta. Desde el 5 de diciembre del año pasado ya cuentan con el servicio de energía el aula satélite de la picada, la iglesia católica y la iglesia evangélica, que son las primeras conexiones que se realizaron para una mejor organización de la vida comunitaria».

Emsa es la única empresa que tiene la responsabilidad de ejecutar obras de electrificación rural dentro de sus distritos y el personal de la firma está capacitado para este tipo de emprendimientos, que conllevan una gran carga de compromiso social por tratarse de inversiones de difícil recupero.

Cambio de vida

Ramón Pereira, vecino de Picada Maderil, fue nombrado presidente del Consorcio. Como los demás pobladores, vive hace tres décadas en la zona y desde entonces espera la llegada de la luz.

«Fue una obra que se hizo rapidísimo, hubo momentos de trabajo muy duro en la obra pero con la unión de voluntades y esfuerzo de todos se terminó».

El vecino relató que la llegada de la energía no sólo facilita el trabajo en la chacra, sino y sobre todo, resulta un aporte a la calidad de vida. «La electricidad facilita que la ama de casa pueda tener un lavarropas, en el invierno pueda tener un calefactor, si matamos un animal tenemos que vender rápido y barato, porque sino se nos hecha a perder, en cambio con una heladera o un freezer todo cambia. La luz es la base para que nosotros podamos vivir dignamente. La importancia que nos dio la gente de la empresa es muy valiosa y va a ser mejor cuando todas las casas estén conectadas, porque va a cambiar nuestra vida», señaló.

Mirta Eloisa Yost es la maestra del aula satélite nº 556 de Picada Maderil. Hace 11 años se fue a vivir a la colonia para enseñar en la escuelita.

Para ella, la llegada de la energía cambió radicalmente la vida escolar de los chicos: «Es algo grandioso, yo nunca le di importancia a la luz y ahora si, desde que vine a vivir a la colonia, hace 11 años, estoy sin luz, ahora veo la diferencia, es como volver a vivir en la ciudad. En la escuela ahora tenemos ventiladores, puedo usar los grabadores para trabajar con los chicos, antes, durante los días de lluvia tenía que suspender las clases porque cerrábamos las ventanas de madera y quedaba todo oscuro, ahora con la luz podemos seguir trabajando. Además es una gran ayuda para toda la comunidad porque pueden venir a cargar sus celulares y estar comunicados».

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas